¿A su juicio , por qué ha demorado tanto la discusión de una reforma a la salud?

Existe consenso en que una reforma estructural hoy no es posible y que esto será parte de lo que discutamos en el próximo gobierno. Sin embargo, existe un compromiso de terminar con los abusos que hay en el sistema privado, y frente a eso tenemos que dar una respuesta rápida. Hoy no es posible hacer la reforma a la salud que nos gustaría a muchos.

¿En ese sentido, una ley corta sería la opción para avanzar en este debate?

La lógica de una ley corta me parece que calza con las posibilidades que tenemos hoy, en los tiempos legislativos. Lo importante es que demos respuesta a los problemas y situaciones que afectan a los afiliados del sistema privado y a la par el fortalecimiento del seguro público y las prioridades de salud. Esto, desde la óptica del paso a una reforma más amplia, no sólo a una ley corta que resuelva problemas de isapres, sino con una mirada más amplia y con compromiso de fortalecer el seguro público, Fonasa, eso también debe estar puesto sobre la mesa.

¿Usted cree que eso pueda ser presentado antes del 21 de mayo?

Me encantaría que el proyecto se presentara antes del 21 de mayo y hacer durante este año la discusión legislativa. Yo creo que esta situación no resiste más. Aquí hay cosas que regular y me parece que están las alternativas y respuestas. Lo que falta es la definición del gobierno.

¿Eso estaría trabando los avances?

Yo le hago un llamado al Ejecutivo a que presente el proyecto lo antes posible y a tomar una decisión al respecto. Creo que esta indefinición no le hace bien al objetivo que tenemos, que es cautelar la protección de los beneficiarios del sistema privado. Aquí se tiene que establecer una regulación. No podemos dejar que por la vía judicial se resuelvan los problemas que aquejan a los afiliados de isapres, que son la cautividad, discriminaciones por sexo y edad y las preeexistencias, entre otros castigos que pone el sistema.

¿Aquí existe un compromiso de gobierno de legislar al respecto?

Aquí no se trata de hacernos cargo sólo de una reforma para cumplir con un compromiso de gobierno, sino que se debe hacer frente a una situación que no resiste más y es la de abuso sobre un sector de la población que necesita regulación y eso no es incompatible con una reforma más profunda. No es que sea una o la otra, yo creo que la ley corta es un primer paso. Mi preocupación no son las isapres como seguro, sino cómo damos respuesta a los afiliados que están siendo objeto de situaciones abusivas. Esperamos que el gobierno entregue una respuesta rápida.

 

Fuente: La Tercera