El titular de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), Felipe Irarrázabal, acudió ayer a la comisión de diputados que indaga el mercado de los medicamentos y expuso las deficiencias detectadas en esa área. En su análisis, la autoridad detectó ocho aspectos complejos, que van desde los modelos de compra institucionales hasta la recomendación médica de un producto, incluyendo las asimetrías de información para los consumidores y necesidad de fiscalización.
“La tarea de la Fiscalía Nacional Económica en materia de salud ha sido ardua en los últimos años, porque tenemos conciencia de que es un sector sensible para la población”, dijo Irarrázabal.
Decisión de compra
El jefe de la FNE se refirió a la forma en que funciona la consulta médica y como el paciente debe adoptar la recomendación del facultativo.
“El doctor está en una posición frente al consumidor donde él toma una decisión que finamente no paga él, sino el paciente, entonces no descansa en la persona, que es la que está pagando la cuenta, la toma de decisión.
Añadió que es necesario vigilar la existencia de incentivos monetarios de parte de laboratorios a médicos y si estos inciden o no en la preferencia de los profesionales a la hora de recetar un producto u otro: “Este claramente es un problema ¿qué tanta fiscalización se está haciendo a los médicos en relación a su relación con los laboratorios, todo tipo de regalos, viajes y capacitaciones?
Asimetría de información
Irarrázabal aludió a la persuasión que pueden ejercer los empleados de una farmacia cuando un paciente requiere un medicamento y a los incentivos que ha puesto el mercado para influir en esta decisión de compra. “Dependientes o químicos farmacéuticos en el mesón de una farmacia tienen importancia en el proceso de compra. Está el paciente, y a esa persona le influye lo que le sugiera este dependiente”, dijo Irarrázabal, aludiendo a la práctica llamada ‘canela’, en la cual el trabajador de una farmacia recibe incentivos económicos por vender determinado producto. “Y hay sofisticaciones a la canela.
Lo que nosotros hemos detectado es que la fiscalización es muy pobre en esta materia y que incluso las sanciones por infracciones son de bagatela”, enfatizó.
Propiedad intelectual
El fiscal nacional económico aludió al cumplimiento del plazo de las patentes, período durante el cual se protege la innovación farmacéutica. “Hay que remunerar innovación, pero eso tiene un límite que está en la ley, entonces la pregunta es de qué forma se buscan subterfugios para hacer que el estado que todos quisiéramos, que es tener un monopolio sobre algo importante, se expenda”, dijo Irarrázabal.
La autoridad añadió que existe “a nuestro juicio un agujero en la nueva normativa donde se cuentan de 15 años desde la concesión o 20 años desde la solicitud (de una patente), y hasta qué punto la misma autoridad ha permitido que se expandan los plazos de propiedad intelectual de una manera que no es jurídica o no corresponde”.
Genéricos y Bioequivalentes
En este punto, el fiscal nacional se refirió a la injerencia del Estado en términos de fiscalizar la calidad de los fármacos y la disponibilidad de alternativas bioequivalentes, es decir, productos genéricos que demuestran con estudios que tienen el mismo efecto terapéutico que los fármacos originales o de marca. “La pregunta es hasta qué punto el Estado ha sido eficiente en ampliar el círculo de bioequivalentes para que la oferta sea mayor a la que había. No vaya a ser que salimos del monopolio legal que es la propiedad intelectual, y no avance la oferta, que debería ser invasiva en relación a las alternativa que producen el mismo efecto y que debiera traducirse en una baja de precio”, dijo Irarrázabal.
Retail
Irarrázabal aludió a la concentración del mercado de farmacias y a la presión que puede derivar de esto. “Las farmacias del retail no son como las de barrio, que de- bían aceptar lo que imponían los laboratorios, sino que empieza a haber negociación”.
El titular de la FNE agregó que ésta puede derivar en beneficio a los consumidores, pero también causar distorsiones: “Por alguna razón o incentivo, las farmacias pueden preferir remedios con precio mayor o de peor calidad que otros que pudieran estar disponibles, entonces el retail tiene un espacio de toma de decisión que puede impactar a las personas”.
Estado comprador
El fiscal jefe planteó que se han detectado licitaciones “sesgadas” de parte de hospitales y a los problemas que tiene la Central Nacional de Abastecimiento para pagar a tiempo, lo que limita la participación de firmas pequeñas, con poca espalda financiera.
“Están comprando en forma muy sesgada; no son licitaciones, sino que parecen compras a dedo, donde se establecen requisitos que hacen que terminen comprándole a un laboratorio determinado, cuando hay alternativas y no se produce el virtuosismo de la competencia pre licitación, sino que se va a caballo ganador”, dijo el fiscal.
Regulaciones
Irarrázabal planteó que sería positivo que los medicamentos sin receta médica se ofrecieran en góndolas, a la vista del consumidor. “Desde el punto de vista de la libre competencia, no me gustaría ver remedios sólo en las farmacias, sino en tiendas de conveniencia, grandes supermercados y cualquier tipo de comercio, como ocurre en otros países”, explicó.
Fiscalización
El titular de la fiscalía nacional llamó a mejorar la vigilancia del sector por parte de las autoridades. “La fiscalización estatal, a nuestro juicio, se ve precaria. No es tan distinta a la de otros ramos, pero quizás la sensibilidad del tema exigiría o pediría un mayor nivel de fiscalización”, dijo Irarrázabal.
Por: Gabriela Sandoval y Lorena Leiva
Fuente: La Tercera