La crisis del Sename, del Registro Civil, Gendarmería y otras reparticiones públicas, han abierto el debate de una asignatura pendiente: la modernización del Estado y cuáles son las prioridades en esta política pública. ¿Por qué prioridades? Porque hay muchas necesidades en el Estado, muchas reparticiones que requieren más recursos y mejoras y eficiencia en la utilización de los mismos, por lo que es necesario una ruta que se focalice en aquéllas de mayor preeminencia, para volcar ahí, con más intensidad, las energías modernizadoras.