El número de accidentes laborales en Chile se ha reducido notablemente en los últimos años, especialmente aquellos con consecuencias fatales. En los últimos 10 años, la tasa de accidentes con resultado de muerte ha caído a la mitad. Sin duda, es un buen resultado para el sistema de mutualidades, pero ciertamente no lo es para las familias que perdieron a un ser querido o para las empresas que perdieron a un trabajador, a un compañero, a un amigo.

En estas últimas semanas tuvimos que lamentar tres gravísimos accidentes del trabajo que tuvieron una alta visibilidad pública: uno en una construcción en la comuna de San Miguel, donde un trabajador de nacionalidad peruana perdió la vida; en Aysén, donde dos mineros continúan atrapados bajo un derrumbe; y la fiscalizadora antievasión del Transantiago que sufrió un grave atropello.

No dejo de preguntarme: ¿qué número de muertes por accidentes del trabajo es aceptable para un país? Cuando les ponemos cara a los números, la respuesta es muy fácil: ¡Cero!

Sé que podemos avanzar en esa dirección y estoy seguro de que contamos con los empresarios, trabajadores y autoridades de nuestro país para hacerlo.

 

Carta de Lorenzo Constans Gorri, Presidente de la Mutual de Seguridad CChC

 

Fuente: El Mercurio