Entre la segunda semana de febrero y la última de marzo se percibió una disminución del 37% en el número de nuevas personas vacunadas, un fenómeno que podría explicarse por el cansancio de los equipos, la edad de los nuevos grupos objetivos y los rezagados.
Fueron 3.2 millones de dosis las que se administraron en febrero, desde que inició la campaña masiva de vacunación el primer miércoles de ese mes. En total, fueron 26 días en los que las inyecciones llegaron a la población. En promedio, se pusieron 124 mil dosis al día. En marzo el total de nuevos inoculados llegó a 3.4 millones, considerando solamente a los que recibieron la primera dosis de la vacuna y se incorporaron a la campaña durante esos 31 días. Fueron diariamente un promedio de 112 mil inyecciones administradas.
Y es que los números del Departamento de Informaciones y Estadística en Salud (DEIS) muestran una leve desaceleración del ritmo de vacunación. La diferencia es más notoria cuando se analiza por semanas: si en la semana del 8 de febrero se administraron 1.2 millones de primeras dosis, con un promedio diario de 178 mil; en la semana del 29 de marzo bajaron a 549 mil, con una media de 78 mil. Si se compara la segunda semana —que fue la primera en la que se inoculó de lunes a viernes— con la novena —que ha sido la más reciente con siete días de vacunación—, la cantidad de primeras dosis administradas bajó en un 37%. A nivel mundial, Chile se mantiene entre los países que más rápido vacunan, pero su lugar ha bajado: hoy se ubica en el sexto puesto del ranking elaborado por Our World In Data, con 0,82 dosis diarias por cada cien habitantes. El país es superado por Hungría, Uruguay, Estados Unidos, Qatar y Bahrein. En el total de inyecciones administradas, sin considerar el ritmo diario, Chile se ubica en el tercer lugar después de Israel y los Emiratos Árabes Unidos, con 59,13 dosis por cada cien personas. Rezagados y llamado a más jóvenes «Efectivamente se han aplicado menos dosis en las últimas jornadas: fueron menos de 100 mil dosis el día martes, y habíamos llegado a números mucho mayores en semanas anteriores», explica la presidenta del Regional Santiago del Colegio Médico, Francisca Crispi. «¿Cuál es el motivo detrás de esto? En realidad yo lo desconozco», comenta. Según la doctora y académica de la U. de Chile, inicialmente recibieron reportes «de un par de centros que tenían dificultades de entregar vacunas a las nuevas personas» y que se encontraban «complicados» en términos de dosis. «Luego el ministerio dijo claramente que estaban todas las dosis disponibles», relata Crispi.
«Creo que es muy importante la capacidad que tenemos de ir a buscar a las personas rezagadas, y eso también necesita de más recursos y un plan activo. Tenemos un alto porcentaje de adultos mayores que todavía no se han vacunado, y son personas que probablemente viven en aislamiento o ni siquiera saben que se está desarrollando el proceso de vacunación», dice. De no sumar a esta población, advierte, «no vamos a alcanzar un porcentaje de vacunación que pueda protegernos como comunidad». Por su parte, el director del Instituto de Salud Pública de la UNAB, Héctor Sánchez, señala que la ralentización «no es una percepción». «Es objetivo. Los datos muestran que en la última semana y media el nivel de vacunación ha bajado sustancialmente», dijo en conversación con EmolTV. A su juicio, se podría deber a varios factores, entre ellos el agotamiento de los equipos de salud o a que «el Gobierno esté dosificando la cantidad de vacunas, esperando tener las certezas de que están llegando todas las dosis que el país necesita para poder aplicar la segunda dosis». Además señala que «los grupos más jóvenes están menos disponibles para ir a vacunarse inmediatamente el día que les corresponde».
Fuente: Emol.com