Análisis del Minsal realizado entre el 3 y el 10 de octubre mostró que la incidencia en personas sin el esquema completo fue de 27,6 casos por 100 mil habitantes, versus los 4,3 contagios confirmados en quienes ya tenían la tercera inyección. «Estos son datos observados, no modelos predictivos”, destaca la jefa del departamento de epidemiología, Alejandra Pizarro, quien enfatiza el llamado a recibir el refuerzo.
Aunque la vacunación contra el Covid-19 en adultos ya logra un avance del 92% a nivel nacional, las cifras del Ministerio de Salud dan cuenta de que 1.220.458 personas no han iniciado su inmunización, a ocho meses de iniciado el proceso.
Esta alta cifra se concentra en las regiones Metropolitana, con 861.086 rezagados de la vacunación, seguida de Biobío y Valparaíso, donde 79 mil adultos están pendientes. ¿El contraste? La Región de Aysén, donde el 100% del grupo objetivo recibió la inoculación, con un notorio impacto: en el último reporte no hubo nuevos infectados y se contabilizan solo 18 contagios activos, mientras la UCI del hospital local no tiene a pacientes de Covid-19.
Y aunque Aysén es el “escenario ideal”, las cifras a nivel nacional también demuestran que los contagios, la mortalidad y la hospitalización en unidades críticas son significativamente menores entre quienes tienen su esquema completo, versus las personas que aún no se han vacunado o no han cumplido la ventana de 14 días tras la última dosis.
Entonces, ¿quiénes se están infectando de Covid-19? Los no vacunados, por mayoría, según datos del Ministerio de Salud. Así se detalla en el más reciente informe de incidencia y gravedad de casos, que distingue a los pacientes según su estado de inmunización.
De acuerdo al reporte, publicado por el departamento de epidemiología del Minsal y que midió los casos reportados entre el 3 y 10 de octubre: la tasa de incidencia de casos Covi-19d (por cada 100 mil habitantes) en el grupo sin vacunas o con protección incompleta alcanzó los 53,6 contagios. En cambio, en quienes ya cuentan con el esquema el indicador cae a 31,1 infectados.
Por el lado de la ocupación de unidades críticas, en la misma semana el número de nuevos ingresos por cada 100 mil habitantes se cifró en una tasa de 1,6 pacientes en el grupo no protegido, mientras entre quienes sí cuentan con su vacunación completa la tasa no alcanzada fue de 0,4.
Para el caso de la mortalidad en el período observado los resultados también son elocuentes: mientras una persona no vacunada por cada 100 mil habitantes falleció por efecto del virus, en el caso de las personas inmunizadas la cifra cae a 0,1.
En medio del alza de casos registrada en las últimas semanas, cobra fuerza la teoría de que quienes ya tienen sus dos dosis -principalmente de Sinovac, la vacuna más utilizada en el país- estarían viendo una disminución en su inmunidad, tal como lo sugirió el seguimiento de seis meses de la Universidad Católica y que impulsó la adición de una dosis de refuerzo al esquema basal.
Y los datos que ha levantado hasta ahora el Ministerio de Salud refuerzan esa postura, pues el último reporte detectó que las personas no vacunadas se contagiaron siete veces más que aquellas que ya habían recibido la tercera dosis.
La jefa del departamento de epidemiología de Salud, Alejandra Pizarro adelanta a La Tercera que “los resultados preliminares muestran que en el periodo comprendido entre el 3 y el 10 de octubre de 2021 la incidencia de casos sintomáticos en los individuos sin protección o con protección vacunal incompleta, en promedio, fue casi siete veces mayor respecto a los vacunados con dosis de refuerzo. Estos son datos observados, no modelos predictivos”.
¿Cómo se llega a esa conclusión? Pizarro explica que “para la comparación relativa entre los dos grupos (individuos sin protección o con protección incompleta y vacunados con dosis de refuerzo) se calculó una “razón cruda” en el periodo evaluado, en toda la población. Esta razón es el cociente (resultado) entre la incidencia de casos en el grupo sin protección o con protección incompleta, y la incidencia de casos en el grupo con dosis de refuerzo”.
Según los datos que analizó el Minsal en la última semana medida, la incidencia de casos en los no vacunados o con esquema incompleto fue de 27,6 por 100 mil habitantes, versus la incidencia en personas con dosis de refuerzo, donde se registraron 4,3 contagios.
La médica especialista en salud pública añade que “todos estos antecedentes nos ayudan a validar y a relevar la importancia de esta dosis de refuerzo, sobre todo en un contexto de alza de casos. Así, sugerimos que las personas se vacunen e, independiente de eso, hay que seguir cuidándose”.
Carlos Pérez, infectólogo de la Clínica U. Andes y decano de Medicina de la U. San Sebastián sostiene que “los datos preliminares del Minsal son concordantes con la información que se entregó hace algunos días sobre la eficacia de las tres vacunas: Coronavac, Pfizer y AstraZeneca. La tercera dosis, ya sea de Pfizer, AstraZeneca o CoronaVac, eleva la protección de forma significativa. Cuando se hizo el primer reporte, la eficacia para prevenir infección de CoronaVac era de un 67% y en los reportes sucesivos fue bajando, ahí se toma la decisión de dosis de refuerzo. Y, efectivamente, en la mayoría de las personas que están haciendo infección y que están vacunadas, es una posibilidad que haya disminuido la inmunidad. En la medida en que avancemos con tercera dosis, podemos ir bajando los casos”.
Mientras, María Teresa Valenzuela, epidemióloga del Consejo Asesor Covid-19 afirma que “la dosis de refuerzo era absolutamente indispensable. Sea la vacuna Sinovac o Pfizer, todas ellas demuestran que al cabo de seis meses comienzan a descender los niveles de anticuerpos. Esto se detectó precozmente y por eso se recomendó la dosis de refuerzo en el país. Una dosis adicional activa el sistema inmune y la producción de anticuerpos neutralizante se eleva en varias veces, según lo que sabemos hasta ahora”.
Fuente: La Tercera