En medio del alza de casos de Covid-19 que vive el país, el Minsal anunció que «prontamente» se hará obligatorio el refuerzo para revalidar el permiso. Medida aplicará primeramente a mayores de 55 años, donde son 1,2 millones los rezagados que no han recibido la tercera inyección. «La caída normal de los anticuerpos puede llevar a que desarrollen una enfermedad grave y que puedan caer en UCI», dijo el ministro Enrique Paris, justificando la decisión.
A 72 días de iniciada la campaña de refuerzo de la vacuna contra el Covid-19, Salud reportó que 4.579.096 personas ya la han recibido. Sin embargo, si se analiza por rango etario, resta que 1.273.116 mayores de 55 años acudan por la tercera dosis, que eleva su protección frente al virus.
Con ese antecedente, y en medio del aumento de los casos diarios en el país, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, anunció que “prontamente” se requerirá que las personas cuenten con la tercera dosis para utilizar su Pase de Movilidad. “A partir del lunes vamos a anunciar que para las personas mayores de 55 años, probablemente pronto, vamos a requerir para el Pase de Movilidad que tengan la dosis de refuerzo”, señaló.
Hasta ahora, el 69,2% de este grupo objetivo sí ha asistido, y es por ello que la autoridad hizo un llamado a que concurran quienes están pendientes. “Ya hemos visto con evidencia científica que las vacunas disponibles que tenemos para dosis de refuerzo funcionan, que aumentan los niveles de anticuerpos y que evitan de forma importante la hospitalización en UCI y los fallecimientos”, señaló la subsecretaria.
Al respecto, el ministro de Salud, Enrique Paris, explicó a La Tercera que “nosotros queremos incentivar más aún la dosis de refuerzo, sobre todo en adultos mayores, porque la caída normal de los anticuerpos puede llevar a que desarrollen una enfermedad grave y que puedan caer en UCI. Dentro de los incentivos y estrategias esta no es la única, también estamos estudiando focalizarnos en los municipios donde vemos menores tasas de vacunación”.
La medida, detalla Paris, venía barajándose desde inicios de esta semana, luego de las reuniones periódicas de los lunes que sostienen las autoridades sanitarias con el Presidente Sebastián Piñera y otros ministros, antes del balance televisado.
Una de las razones que más pesaron en La Moneda para dar “luz verde” a esta modificación fue la presentación que hizo hace algunas semanas el doctor e investigador del Minsal Rafael Araos, donde se dio cuenta del aumento de la eficacia al aplicar la dosis de refuerzo con distintas vacunas. “(La tercera dosis) tiene un tremendo efecto”, dicen desde Palacio. Y esto, en medio del aumento de casos, reduciría el riesgo de una situación que el Mandatario quiere evitar a toda costa: imponer nuevamente cuarentenas y otras medidas que restrinjan las libertades.
Sin embargo, y ante una tasa de “pendientes” concentrada en los adultos mayores que no ha cedido en las últimas semanas, Salud evalúa otras dos estrategias para estimular la inoculación. Una de ellas es reanudar con los vacunatorios móviles la inoculación durante los días sábado. De implementarse, estos operativos volverían desde la próxima semana, concentrados en comunas con menor avance, como Estación Central, Independencia, Recoleta y Santiago. También se ha pensando en “ampliar” el abanico de vacunas para tercera dosis, pero esta vez, a elección del vacunado. Es decir, si un adulto prefiere reforzarse con CoronaVac o Pfizer, podría escoger, siempre y cuando exista disponibilidad del suministro de esas dosis.
Por lo pronto, desde la cartera sanitaria descartan que la exigencia de la tercera dosis para obtener el Pase de Movilidad se amplíe de inmediato a otros grupos etarios, aunque la medida sí será evaluada en el futuro, según se comporte la adhesión a la campaña entre los menores de 55 y los más jóvenes.
Expertos y autoridades coinciden en que el alza de casos en curso podría estar influido por la disminución de los anticuerpos neutralizantes -principalmente entre los vacunados con Sinovac, la fórmula más utilizada en el país- a seis meses de inoculada la primera dosis de este esquema, tal como lo ha sugerido el seguimiento de la Universidad Católica.
En ese sentido, los análisis que ha tenido a la vista el Minsal han demostrado, hasta ahora, que el refuerzo de la vacuna contra el Covid-19 no es solo útil, sino necesario. De hecho, los datos de la cartera muestran que una persona con el booster se contagia siete veces menos que una persona que no tiene la inmunización.
Y si se comparan los resultados de la vacuna adicional, versus quienes tienen el esquema completo basal, las conclusiones también son coincidentes con estos números según el último reporte del Ministerio de Salud. En el período observado entre el 10 y 16 de octubre -y ajustado a una tasa cada 100 mil habitantes-, la incidencia en el grupo con protección completa fue de 51,4 casos, mientras que la incidencia del grupo con dosis de refuerzo mayor a 14 días fue de 7,7.
La preocupación en particular por este grupo, añade Daza, es que durante el curso de la pandemia se ha comprobado que son los pacientes de mayor edad quienes tienen una evolución peor del virus. “Es importante que estas personas mayores de 55 años, quienes son las que más gravemente se enferman si se contagian, reciban lo antes posible su dosis de refuerzo para lograr una protección mayor contra este virus”, puntualiza.
A diferencia de lo que ocurre en la vacunación general, la región que lleva la delantera en la cobertura de dosis de refuerzo en mayores de 55 años es la Metropolitana, con 73,91% de cobertura.
Por ello, la Seremi de Salud de la región, Helga Balich, hace un balance: “Hemos tenido adherencia de la población a la dosis de refuerzo, puesto que perciben el proceso de vacunación como un acto de autocuidado, en el entendido que previene consecuencias graves de la enfermedad (…). Esta estrategia que nos ha resultado muy bien con las personas mayores de 55 años, logrando las cifras de adherencia más altas del país, queremos replicarlas en el grupo etario menor a 55 años, a quienes queremos hacerles un especial llamado a vacunarse con su dosis de refuerzo. Solo de esta forma podemos garantizar la continuidad de inmunidad en la población de la RM”.
A medida que envejece el sistema inmune, la respuesta de “defensa” del organismo frente a un patógeno es de menor calidad.
A ese fenómeno se le conoce como “inmunosenescencia”, y la epidemióloga y miembro del Consejo Asesor Covid-19, María Teresa Valenzuela, explica que es clave para entender la importancia de la vacuna adicional al esquema de base.
“El sistema inmune de las personas mayores se deteriora al igual que otras funciones del cuerpo humano. Por ejemplo, el sistema circulatorio, el corazón, van generando problemas de hipertensión. El cuerpo deja de funcionar exactamente igual como cuando se es más joven. Y en general, cuando se superan los 60 años, este deterioro comienza a ser mayor. Y en el caso del sistema inmune, la respuesta frente a la infección deja de ser tan óptima como en edades más tempranas. Por esa razón es que es tan relevante el refuerzo de AstraZeneca que ha demostrado muy buenos resultados. Las personas que recibieron las dos dosis de CoronaVac y reciben un mix de esta vacuna registran un incremento importante de los anticuerpos neutralizantes”, explica Valenzuela.
Así, la epidemióloga asevera que la disminución de la respuesta inmune a los seis meses no solo ocurre con la CoronaVac y las otras vacunas utilizadas contra el Covid-19, sino que es una característica normal entre las personas mayores que también ocurre con otras formulaciones para otras enfermedades.
El infectólogo de la U. de Chile Miguel O’Ryan fue parte del grupo de investigadores que midió la respuesta de anticuerpos Ig-G en el tiempo de las vacunas de Sinovac y Pfizer. El estudio, publicado en la revista científica The Lancet, concluyó que “en los adultos mayores disminuye la cantidad de personas que dan positivo a este test (Ig-G)”, lo que, a juicio del doctor, se traduce en un indicio de que al menos en este grupo etario va perdiendo con más rapidez, o en mayor medida, uno de los componentes que conforman la inmunidad contra el virus.
En esa línea, O’Ryan concluye que la vacuna de AstraZeneca es segura y produce una respuesta inmune “más vigorosa que el esquema base de CoronaVac”.
Fuente: La Tercera