Trabajando.com realizó una encuesta para preguntarles qué preferían para la jornada laboral. El 51% plantea como opción que sea de lunes a jueves, mientras que el 31% se inclina por una flexibilidad, según sea la necesidad de la empresa o producción. Además, un análisis de la UDD muestra cómo han venido reduciéndose las horas laborales, en particular en los segmentos de menores ingresos.

El proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales sigue su discusión en la Comisión de Trabajo del Senado quienes están analizando las indicaciones que el Ejecutivo presentó para modificar la moción parlamentaria inicial.

Entre los principales cambios, la propuesta ahora fija una gradualidad de cinco años para todo tipo de empresas. Así, la primera rebaja a 44 horas se materializaría al primer año de publicado el proyecto de ley, a 42 horas semanales se efectuaría a partir del tercer año y la rebaja a 40 horas estaría vigente al quinto año de publicada la ley. Actualmente la discusión está centrada en escuchar exposiciones de distintos sectores productivos como trabajadores y académicos.

El miércoles recién pasado, el gobierno renovó la suma urgencia, lo que permitirá escuchar a cerca de 35 organizaciones hasta la segunda semana de octubre.

Si bien el debate está recién comenzando, desde un principio los expertos han plateado que la propuesta debe incorporar elementos de flexibilidad laboral para que ambas partes, tanto empresas como trabajadores, puedan pactar horarios y jornadas adaptables.

Para saber la opinión de los trabajadores, Trabajando.com realizó una encuesta para preguntarles qué preferían para la jornada laboral. Actualmente sólo el 22% de los más de 7 mil personas que respondieron el sondeo trabaja 40 horas semanales, un 31% más de 40 pero menos de 45 horas y un 47% sobre las 45 horas semanales.

Ahora bien, en cuanto a la preferencia de las personas, sólo un 18% es partidaria de una jornada de 40 horas rígida de lunes a viernes, y un 82% apoya que sea con algún grado de flexibilidad. Un 51% plantea como opción que sea de lunes a jueves, mientras que el 31% se inclina por una flexibilidad según sea la necesidad de la empresa o producción.

Ramón Rodríguez, gerente general de Trabajando.com, sostiene que “hoy la preferencia de las personas siempre es la flexibilidad, el empoderamiento y el tener un acuerdo en torno al cumplimiento de objetivos”. No obstante, en su análisis hace una distinción según la función que se cumpla. “Siempre es diferente en la realidad gerencial, profesional, técnico y administrativa respecto de los roles presenciales o que están vinculados a capacidad productiva, que no es posible cambiarla”.

En cuanto a las preferencias de los trabajadores se valora el que “la flexibilidad se concrete con horarios diferentes de servicio, libertad en acordar extensiones de horarios o formatos de jornada en diferentes esquemas, tener mayor flexibilidad para no desplazarse en horarios punta o incluso concentrar el trabajo en diferente cantidad de horas y días”.

Rodríguez describe el estado actual del mercado laboral de 40 horas semanales: “Hay empresas que han tomado la bandera de una jornada laboral más reducida, sobre todo en ambientes laborales profesionales, que ya están en un esquema híbrido y con objetivos definidos”. Sin embargo, acota que “es muy diferente la realidad en que las horas de trabajo están vinculadas a la cantidad de productos o servicios entregados, o de empresas más pequeñas que sólo tienen una persona para ejecutar un rol específico”.

Horas trabajadas a la baja

Otra arista lo entrega el Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES UDD) quien realizó un análisis histórico de la reducción de la jornada laboral en base a la Encuesta de Ocupación y Desocupación del gran Santiago que realiza la Universidad de Chile desde 1957. De acuerdo a ese análisis, desde ese año, han caído las horas para las personas que pertenecen a los hogares del 10% de menores ingresos, alcanzando entre 2020 y 2022 una media de 41,1 horas trabajadas. Si bien este promedio incluye la pandemia, la tendencia no es distinta en los cinco años previos a este periodo en que la media llega a las 42,3 horas.

“Parte de la reducción de horas trabajadas en las personas pertenecientes al grupo más vulnerable (decil 1) se debe al crecimiento económico y cambios en la legislación entre los años 1957 y 2022 lo que redujo las horas trabajadas de manera general”, afirma Víctor Martínez, director del CIES UDD.

Otra causa que ha permitido esta disminución es el nivel de educación del grupo más vulnerable entre los años 1957 y 2022. Martínez explica que “se observa un aumento en los años de escolaridad de los empleados de este grupo, lo que va de la mano con el cambio de actividad económica a otros sectores como el comercio o los servicios. En esta línea, mientras en 1957 el 93,3% de las personas tiene educación básica o menos, en el 2022 es el 14,1% de este grupo el que tiene educación básica o menos”, acota.

El informe además analiza la evolución de la brecha entre hombres y mujeres. De acuerdo a Martínez, en el quinquenio de 1990-1994 las personas pertenecientes al 10% de menores ingresos trabajaba en promedio 6% más que el decil de mayores ingresos. “Hoy esa brecha desapareció e incluso el primer decil trabaja menos. La reducción en las horas trabajadas y en esta brecha tiene como explicación el cambio en las actividades económicas. Eso no pasaba hace 30 o 40 años atrás”, asevera. No obstante, puntualiza que “esta brecha oculta el que muchas personas en el decil 1 están fuera del mercado o de fuentes formales de ingreso, lo que muestra que las horas legales trabajadas no son el real problema de este grupo”.

Fuente: La Tercera.