El sector «servicios» concentró la mayor cantidad de trabajadores con enfermedades profesionales de salud mental. En tanto, el sector con más días perdidos por esta causal fue «electricidad, gas y agua». El año pasado los días laborales perdidos totales por enfermedades profesionales alcanzaron los 41,7 días promedio.
Hubo un total de 43.609 enfermedades profesionales (EP) en mutualidades durante 2022, una cifra muy superior al resto de los años que se explica en gran parte por los casos por Covid-19. De este grupo, un 64,8% corresponde a mujeres y un 35,2% a hombres.
Esas son las cifras que revela la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), donde muestra que excluyendo los casos de Covid-19, el número de enfermedades profesionales cae a 8.700. Sin embargo, asegura que “es la cifra más elevada desde el año 2015″. De este grupo, un 55,7% corresponde a mujeres y un 44,3% a hombres.
El documento de la Suseso enseña que tanto en hombres como en mujeres el diagnóstico de mayor proporción es el asociado a salud mental, situándose en el primer lugar del año 2022, ya que en el caso de las mujeres el 76,6% de las enfermedades profesionales fueron diagnósticos asociados a salud mental, mientras que en el caso de los hombres fue el 55,4%. Bastante de lejos se encuentran los diagnósticos musculoesqueléticos, que se situaron en el segundo lugar con 7,3% en el caso de las mujeres y 26,4% en el de los hombres.
Al ver los días perdidos de las enfermedades profesionales, sin considerar los diagnósticos asociados a Covid-19, se observa que en 2022 alcanzaron un total de 41,7 días, una baja de 10,9% respecto al año anterior. La mediana fue de 28 días, una caída interanual de 6,7%. Las mujeres presentaron un número promedio de 43,3 y mediana de 30 días perdidos, siendo mayor que los hombres que alcanzaron un total de 39,7 y 25 días perdidos, respectivamente.
En ese sentido, los diagnósticos asociados a salud mental fueron los que tuvieron mayor número promedio y mediana de días perdidos el año pasado, alcanzando un total de 47,3 y 35 días, respectivamente.
La superintendenta de Seguridad Social, Pamela Gana, comenta que “lo central es instalar la prevención en todo el proceso productivo en los lugares de trabajo y para esto debe existir la convicción en las empresas de que la prevención no se aplica sólo como un cumplimiento legal, sino que es clave para una empresa exitosa y sustentable, es decir, ver la gestión preventiva como parte de la gestión estratégica de las empresas. Para esto, pueden pedir asistencia técnica a su respectiva mutualidad (ACHS, IST, MUSEG) o ISL, ya que estas organizaciones cuentan con expertos en prevención de riesgos laborales que pueden asistir a la empresa a hacer la identificación de peligros, la evaluación de riesgos presentes, entregar medidas para la eliminación o mitigación de estos y acompañar en la implementación de las mismas. La prevención ha estado por mucho tiempo asociada a evitar accidentes del trabajo, lo que está perfecto, pero esta también debe apuntar a evitar enfermedades profesionales”.
Gana agrega que “si bien la prevención de riesgos laborales tiene al centro el bienestar de los trabajadores y trabajadoras, es importante relevar que también genera un impacto positivo para las empresas. Un estudio de la OIT señala que por cada peso invertido en prevención de riesgos laborales, hay un retorno para las empresas de $2,2. Sabemos que incorporar la prevención en la gestión estratégica de las organizaciones es beneficioso para la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras, pero también para la rentabilidad de la empresa al bajar, por ejemple, el ausentismo. El bienestar de las personas y la productividad de la empresa van de la mano”
En general, el documento señala que “se observa un patrón de días perdidos creciente a medida que aumenta el tramo de edad y para todos los tramos de edad el número de días perdidos es mayor para los diagnósticos de salud mental en relación otras patologías”.
Bajo este escenario, el informe pone foco en las enfermedades profesionales asociadas al diagnóstico de salud mental, enseñando más detalles sobre lo que está ocurriendo en ese ámbito. Ahí se muestra que en los tramos de edad entre 25 y 34 años; y 35 y 44 años, “la participación de las mujeres es levemente superior a la de los hombres, asimismo para ambos sexos, más del 80% de las enfermedades de salud mental se concentran en trabajadores entre 25 y 54 de años de edad”.
Según actividades económicas, el 42,2% de los hombres y 81,0% de las mujeres con enfermedades profesionales de salud mental se concentran en la actividad económica de “servicios”, seguido por “construcción” con 15,1% para hombres y por “comercio y hoteles” con 10,3% en el caso de las mujeres.
Y a pesar que el sector de “servicios” concentra la mayor cantidad de trabajadores con enfermedades profesionales de salud mental, lo cierto es que no es el sector económico que tiene la mayor cantidad de días perdidos promedio por esta causal. Este fue, en cambio, el sector de “electricidad, gas y agua” con 61,1 días. Eso sí, el documento aclara que en realidad este sector “tiene un número muy pequeño de trabajadores con esta patología”. Le siguió ”transporte y comunicaciones” con 48,9 días.
Gana afirma que “se debe poner foco en la salud mental, y específicamente desde el punto de vista preventivo, se debe realizar una buena gestión de la salud mental en el trabajo. Para esto existe un instrumento de uso obligatorio para las organizaciones públicas y privadas, el Cuestionario de Evaluación del Ambiente Laboral y Salud Mental, CEAL-SM, que permite identificar el nivel de riesgo psicosocial o factores estresores de una empresa. Así, al conocer cómo está la organización en esta materia se pueden diseñar medidas preventivas que permitan mejorar los ambientes en los lugares de trabajo para, de este modo, prevenir el estrés y, eventualmente, la ocurrencia de una enfermedad de tipo mental”.
Fuente: La Tercera