Sin embargo, la situación actual dista muchísimo de los tramos iniciales de la pandemia o de los momentos más álgidos de las dos primeras olas de contagios, ya que en los últimos meses las cifras han tendido a disminuir de forma importante.
Y esta mejoría también se ha hecho notar en la cantidad de muertes que genera el coronavirus diariamente. De hecho, si se analiza la evolución de la letalidad del covid-19, es decir, el porcentaje de muertes del total de infecciones reportadas, este indicador ha llegado al nivel más bajo registrado en toda la emergencia sanitaria, siendo apenas de 0,9%.
Como comparación, durante los primeros meses de la pandemia la letalidad superaba el 10%. Luego, durante las siguientes olas alcanzaba niveles en torno al 4%, mientras que en agosto de este año llegó a 4,7%.
Sin embargo, desde ahí esta cifra ha registrado una caída constante. Según los especialistas, uno de los principales motivos que impulsan esta caída de la letalidad es el exitoso proceso de vacunación que ha concretado Chile, que ha permitido inmunizar a más del 85% de la población total e incluso colocar dosis de refuerzo a más de 9,5 millones de personas.
Al respecto, Lidia Amarales, subdirectora académica del Centro Asistencial Docente e Investigación de la Universidad de Magallanes, es enfática: ‘No hay ninguna duda de que esta baja tasa de letalidad se debe a la vacunación. Por el hecho de que la población esté vacunada, el porcentaje de mortalidad que existe en relación con las personas que se enferman es muy bajo, y esto es por la protección que tiene la vacuna respecto de hacer una enfermedad grave. Y eso es un indicador muy importante para demostrar que la vacuna tiene una incidencia importante en tener una respuesta mejor cuando las personas se infectan’.
Mabel Aylwin, infectóloga de la Clínica Universidad de los Andes, también destaca que ‘puede estar asociada a que como país hemos continuado con las medidas de prevención, como las cuarentenas en su momento y el uso de mascarilla permanente en lugares públicos y cerrados, a pesar de ser un país en que estamos en mejores condiciones epidemiológicas. Todo esto disminuye la tasa de contagios en forma efectiva y, en consecuencia, la letalidad’.
A juicio de Sonia Correa, docente de Medicina de la U. de O’Higgins y microbióloga y coordinadora de covid-19 del Hospital Regional de O’Higgins, además de la vacunación, ‘el hecho de conocer más de la patología y cuáles son los eventos que ocurren durante los casos graves hace que mejore el manejo clínico en las UCI y de los servicios de medicina de todo el país’.
Además, la especialista destaca que la variante Delta ‘ha tenido mayor transmisibilidad, pero una tasa menor de producción de casos graves’.
Posible cuarta dosis
Si bien la vacunación ha generado una mejoría notable en el manejo de la pandemia, las autoridades sanitarias ya analizan cómo deberá continuar el programa de inmunización en los próximos años. Al respecto, el ministro de Salud, Enrique Paris, ya adelantó que analizan la colocación de una cuarta dosis a partir de febrero en el caso de ser necesario y aseguró que el abastecimiento de vacunas está asegurado para el próximo año.
Michel Serri, infectólogo de Clínica RedSalud Vitacura, plantea que ‘en este virus, como todos los respiratorios, la inmunidad, en general, es de corta vida. Eso significa que la inmunidad debería ser adecuada por un período estacional. Las vacunas contra la influenza las colocamos en mayo y lo que hacen es proteger sobre todo durante el invierno, pero este covid-19, por lo que estamos viendo, está circulando todo el año, por lo que lo más probable es que vamos a estar necesitando vacunaciones recurrentes, mínimo una vez al año’.
Recuadro
El Instituto de Salud Pública (ISP) autorizó ayer el uso de emergencia de la vacuna del laboratorio Pfizer desde los niños de 5 años, transformándose en la segunda fórmula aprobada en este rango etario.
Cuando se visó por primera vez la aplicación de esta preparación en Chile, en diciembre del año pasado, se aprobó desde los 16 años, luego fue extendida hasta los 12.
Ahora Pfizer se suma a Sinovac, que tiene aprobación de emergencia para su uso desde los 3 años.
Si bien actualmente la dosis correspondiente a un adulto es de 30 microgramos, la autoridad sanitaria señaló que en el caso de los menores, se utilizarán solo 10 microgramos, ya que se observó que se obtenía la misma respuesta.
Acerca de la seguridad de la fórmula en este grupo etario, Heriberto García, director (s) del ISP, asegura que ‘de acuerdo con el estudio clínico, la vacuna presentó muy bajo puntaje de reacciones adversas. La mayor reacción adversa fue de alrededor de 70% de dolor en el brazo’.