A través de una app llamada SOMNI, la firma nacional ITAA ofrece gestionar la fatiga humana en la industria logística del país, alertando sobre niveles de sueño y cansancio a trabajadores y supervisores. Una idea que quiere aportar en el rubro de la minería, transporte y, en el futuro, también al ciudadano común.
Es una situación que está presente todo el tiempo y en casi todos los rubros. La fatiga humana es un problema que cuesta un 2% del PIB a nivel mundial. Solo en Estados Unidos eso significa aproximadamente 156 mil millones de dólares. En el caso de Chile son entre dos y tres billones de pesos; es decir, parecido a lo que se invertiría en construir 150 colegios y 20 hospitales.
Es la magnitud de este fenómeno la que ITAA, startup chilena nacida en 2020, quiere reducir con su recién estrenada aplicación, SOMNI, capaz de medir, predecir y alertar sobre la fatiga humana en la industria logística del país, donde existe mayor cantidad de riesgo y más accidentes laborales por este problema.
Pero, ¿qué es la fatiga humana? Se trata de una disminución de los neurotransmisores, agentes que conectan las neuronas y que producen la sinapsis, que hace que funcione la estructura neuronal para que el ser humano pueda desenvolverse. Estos neurotransmisores empiezan a disminuir producto de las actividades diarias, además de otros factores, lo que provoca que las personas experimenten síntomas como somnolencia, cansancio, sueño, mal humor y distracción.
La fatiga es un proceso biológico del ser humano muy común, pero que es de extremo riesgo si se experimenta en el trabajo. Fue este el principal motivo que impulsó a Nicolás Sosa, ingeniero civil industrial y CEO de ITAA, a crear junto a su equipo la startup que recientemente fue seleccionada por la aceleradora Aster para recibir un aporte de US$ 12.500 del fondo Coppernico, administrado por ChileGlobal Ventures.
“Decidimos empezar a desarrollar una solución en este importante ámbito que integre varias tecnologías para la gestión de la fatiga. Nuestra propuesta de valor está enfocada en la industria y las personas, por eso queremos darles un valor agregado a las empresas desde el tema de la accidentalidad y seguridad”, comenta el profesional.
El grupo de emprendedores, entre los que destacan ingenieros y doctores en inteligencia artificial, vieron la fatiga humana como un problema muy presente en la industria chilena, que posee gran cantidad de fuerza laboral en áreas de trabajos pesados y demandantes físicamente, donde esta accidentalidad tiende a crecer. “La fatiga humana se traduce en un costo altísimo en esos rubros. Desde accidentes fatales, pérdidas operacionales, rotación de personal, licencias de las personas, ausentismo. Una empresa en el rubro logístico puede tener entre los 1.200 y 3.600 dólares en costo anual extra por estas razones, y eso es lo que queremos disminuir”, afirma.
Actualmente, 80% de los accidentes de camiones en Chile son ocasionados por fatiga humana, con un promedio de 150 personas anuales fallecidas por esta causa. Fue por estas mismas estadísticas que los fundadores de ITAA quisieron aplicar su conocimiento y su proyecto en este rubro para la primera instancia.
“Aunque la fatiga sea algo natural, cuando la estás experimentando en situaciones donde no deberías, como cuando estás manejando y haciendo una tarea que demanda concentración, desencadena accidentes y errores; eventualmente, hasta tu vida puede estar en riesgo. Allí comenzamos a ver si existía una manera de tratarla en la práctica”, explica Nicolás Sosa.
Los camiones de carga, de procedimientos operacionales y hasta los buses de pasajeros están extremadamente expuestos a cuadros de fatiga porque tienen extensas horas de conducción y manejan en turnos de noche. Además, en ocasiones, tienen problemas de salud que agravan esos cuadros. Para las y los trabajadores de estas áreas, presentes especialmente el los rubros de la minería, transporte y agricultura, entre otros, nació SOMNI, una aplicación de teléfono que, desde la ingeniería y la inteligencia artificial, logra predecir, medir y alertar sobre estos cuadros de fatiga a los trabajadores y a sus supervisores.
“Leonardo Causa, uno de los socios, que es doctor en inteligencia artificial, desarrolló modelos que predicen en ventanas de períodos de 24 horas cuáles van a ser los momentos en los que vas a tener mayor probabilidad de estar sometido a un alto nivel de fatiga y qué hacer. Un programa sencillo que ayudará desde su implementación a reducir los accidentes en minería, transportes y muchos campos más”, afirma Sosa.
Fue difícil, confiesa, adaptar una solución usable, sencilla y sin un costo alto para clientes y personas. Ese fue el principal desafío, pero finalmente pudo ser abordado desde la inteligencia artificial.
Entregando modelos sofisticados de predictibilidad, la aplicación, diseñada para ser utilizada en un celular común, predice el nivel de fatiga de una persona en función de diferentes variables personalizadas, como variables de salud, de sueño, estructura de turnos o cantidad de horas que se lleva trabajando, por ejemplo.
“Lo que hace SOMNI para un usuario en la práctica es que se ejecuta en los celulares de los trabajadores que quieren ser monitoreados. Allí ellos hacen un test que permite determinar los modelos predictivos durante las próximas 24 horas, donde alertamos y manejamos cuáles son los momentos de mayor riesgo que va a tener esa persona. Al conductor, mientras maneja, le va a saltar la alerta que dice que tiene fatiga en el celular, también a su supervisor, activando protocolos”, detalla.
Es entonces cuando el conductor debe detenerse y aplicar el test otra vez; si este sale rechazado es que efectivamente está fatigado y que el riesgo es real. Se aplican pausas activas como siesta, break o descanso, dependiendo de la intensidad y de los mecanismos que tenga cada empresa. Cuando el test salga bien, el trabajador puede volver a manejar y a su jornada de trabajo normal. Esto es iterativo toda la jornada.
SOMNI es una innovación no tiene precedentes directos, incluso con mucha competencia en el rubro. Actualmente, ITAA compite con todas las soluciones de accidentes que existen en el mercado; por ejemplo, GPS dedicados al monitoreo vehicular, empresas de sensores de somnolencia, cascos que hacen encefalogramas, incluso consultoras y mutuales. Por eso apuntan a la sencillez de su producto. Nicolás Sosa explica: “Tenemos que apuntar nuestros esfuerzos en ser más sencillos y más baratos para poder integrar esto como algo legítimo. Muchas veces es un lujo poder contratar estos métodos de seguridad, y en cuanto a precio, a las empresas les sale incluso más barato tener un accidente y cumplir con la ley después que adoptar medidas de seguridad. Allí aparecemos nosotros”
Con la implementación de SOMNI (que se proporciona directamente desde ellos a las empresas), ITAA puede cubrir un 80% de las necesidades de fatiga y somnolencia de una empresa.
Su primer cliente es una consultora para la minera El Teniente, el yacimiento de cobre subterráneo más grande del mundo, ubicado en la comuna de Machalí, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. Con ellos han tenido buenos resultados, bajando el riesgo en un 30% en cuatro meses y cero incidentes entre 3 mil conductores. Un negocio con el que facturan aproximadamente 15 dólares por conductor.
Además de tener conversaciones con empresas de transporte de la región de Atacama y otras de gestión de flota, con los que han generado pilotajes y han cerrado acuerdos, la startup quiere expandirse a nuevos horizontes.
“Esta idea parte con los conductores, pero puede ser extrapolable y extensiva a cualquier persona. Un conductor de Uber, un cirujano que lleva operando muchas horas, un estudiante de universidad. Es una solución que es muy amplia a futuro y tiene potencial. Por lo mismo queremos extendernos, convertirnos en una empresa que tenga un impacto dentro de la sociedad y hacer conciencia respecto de la fatiga”, cuenta Nicolás Sosa.
Hoy ITAA solo tiene un 40% de sus propuestas operando de manera funcional, ya que para hacer realidad el resto siguen en etapa de búsqueda de financiamiento. “Nuestra propuesta de valor es la seguridad, pero el control de la fatiga humana tiene varias aristas. Esta se puede ver desde la productividad del trabajador, desde el wellness, ambiente laboral, etc. Hay un abanico de propuestas de valor muy grandes, todo eso se puede hacer en el futuro, pero lo difícil es encontrar el capital para partir”, cuenta.
ITAA nació en 2020 gracias a que sus fundadores ganaron un fondo Corfo de asignación flexible. Luego se adjudicaron un fondo de innovación de la Región de Atacama, fueron seleccionados por Startup Chile y ahora ganaron el fondo de Aster. Hoy están en la mira de un fondo de la Universidad Católica vinculado a empresas de impacto, algo que les ayudará en la etapa de crecimiento de la empresa.
“Este año esperamos validar nuestro modelo de negocios y aplicación con una ronda de levantamiento de capital a mediados de 2022. Creemos que nuestra solución está ad portas de hacer un proceso de escalamiento. Nuestro objetivo es transformarnos en una empresa de impacto y cerrar este año vendiendo unos 120 mil dólares anuales, tenemos los potenciales clientes para hacerlo”, sentencia el CEO.
Por ahora, en ITAA están concentrados en mejorar los aspectos de su aplicación SOMNI y agrandar el equipo de trabajo, para en un futuro consolidarse como una de las empresas que aporte a la transformación, innovación e incluso sustentabilidad de rubros de logística en Chile.
Fuente: La Tercera