Según los datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, entre enero de 2021 y marzo de 2022 se han recibido más de 180.000 permisos asociados a la salud mental y comportamiento. Por Covid-19 las licencias llegan a casi 110.000.
Los efectos de la pandemia y la alta demanda hospitalaria, especialmente por las enfermedades respiratorias, siguen cobrando “víctimas”. Y la llamada “primera línea” es uno de los mayores afectados: durante uno de los momentos más complejos -24 de junio de 2020-, los funcionarios de la salud debieron atender a las 9.006 personas que se encontraban hospitalizadas en alguna unidad debido al coronavirus, transformándose en la cifra más alta de toda la pandemia.
Aunque ya han pasado más de dos años desde el primer contagio, el personal sigue enfrentándose a la presión asistencial, ya que el Covid-19 aún produce casos graves y este invierno ha sido especialmente crudo con enfermedades respiratorias como la influenza y el virus sincicial.
Según datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud (Minsal), entre enero de 2021 y marzo de 2022 se han recibido más de 180.000 licencias médicas por motivos de salud mental asociadas a este grupo de trabajadores. Estos permisos totalizan 3.323.415 días.
La principal causa que provocan las licencias, según las cifras de Redes, son los trastornos mentales y del comportamiento, llegando al 27% (ver tabla). Le siguen el Covid-19 y sus relacionados y, en tercer lugar, las enfermedades del sistema osteomuscular.
Cynthia Ríos, psicóloga y jefa del Departamento de Psicología de Seguridad y Salud en el Trabajo de Mutual de Seguridad, explica que la alta demanda hospitalaria y los efectos sociales de la pandemia han impacto de forma notoria en la llamada primera línea de la crisis sanitaria.
“Ellos tienen un alto riesgo respecto de las implicancias psicológicas, pues son profesionales que se han enfrentado a la muerte y su trabajo tiene esta exigencia emocional. Además, se suman otros factores, porque se han enfrentado al desbalance de la pandemia, desde el temor al contagio hasta estar lejos de la familia”. Y eso se ha traducido en estrés emocional.
La Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) encuestó el año pasado a 1.960 médicos, enfermeros, profesionales y técnicos de las unidades de más alta complejidad, y detectó que el 87% padecía Síndrome de Burnout, una respuesta al estrés laboral caracterizada por un agotamiento emocional extremo. También dio cuenta de que la situación iba de mal en peor: en la medición anterior -julio de 2020- el personal afectado por agotamiento extremo llegaba al 60%.
El subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, afirma que “desde nuestra llegada a la subsecretaría teníamos muy claro ese desgaste y el deterioro de la salud mental de nuestras funcionarias y funcionarios, y por eso comenzamos un trabajo bien potente con el objetivo de cuidar a quienes cuidan. En cuanto a salud mental, creamos una mesa interdivisional con el propósito de ampliar las prestaciones de salud mental a través del Hospital Digital (HD), como complemento de los planes de acción territoriales que existen actualmente”.
Asimismo, durante julio se habilitará una línea directa y exclusiva para funcionarios de la red, que podrán acceder a 12 sesiones de atención psicológica, complementadas con atención médica en caso de ser necesario.
“También estamos trabajando en un Plan de Tolerancia Cero a la Violencia Laboral y otras acciones que irán en pro del cuidado de nuestros trabajadores y trabajadoras, que son el corazón del sistema sanitario y con quienes queremos transformar la salud”, agrega el subsecretario.
Durante la administración anterior también se tomaron medidas. De hecho, el pasado 25 de enero se publicó en el Diario Oficial la Ley 21.409, que les otorga un descanso reparatorio de 14 días hábiles. Sin embargo, la ley no incluye al personal del sistema privado, pues solo considera a los trabajadores que se desempeñen en alguno de los establecimientos públicos, los de salud de carácter experimental, de hospitales institucionales, establecimientos municipales de atención primaria y entidades administradoras de salud municipal.
En el sistema privado también advierten de un deterioro en la salud mental de sus funcionarios. Macarena Müller, psicóloga y subgerenta de Talento y Cultura de RedSalud, afirma que “desde el inicio de la pandemia los profesionales de la salud, incluidos los de nuestras clínicas y centros médicos, se han visto exigidos por una alta demanda de pacientes a causa del Covid-19, lo que, sin duda, genera un cansancio físico y emocional por el estrés y exigente ritmo de trabajo, elementos que son condicionantes importantes para la salud mental de cualquier persona”.
Por esta razón decidieron tomar medidas locales para enfrentar las consecuencias de la pandemia en sus funcionarios, y en 2020 lanzaron un programa de salud y bienestar orientado a brindar apoyo emocional y cuidar a sus trabajadores. Y este año se reforzó mediante la iniciativa “Cuida tu mente”, además de realizar diferentes intervenciones y talleres desde la psicoeducación.
“En esa línea, mes a mes entregamos herramientas prácticas en distintos temas, como buen trato en el trabajo, estrés, manejo de ansiedad y angustia, y autocuidado”, añade Müller.
Fuente: La Tercera