La Sala del Senado aprobó el proyecto de acuerdo respectivo, despachando así el instrumento internacional adoptado por la Organización Internacional del Trabajo el 21 de junio de 2019.
Con un contundente respaldo por parte de la Sala del Senado, el Congreso culminó el trámite del proyecto de acuerdo que aprueba el Convenio 190 sobre la violencia y el acoso, adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 21 de junio de 2019.
La aprobación coincidió con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y el debate fue seguido atentamente desde las tribunas por gran cantidad de mujeres pertenecientes a diversas organizaciones y asociaciones de trabajadores y trabajadoras tanto del sector público como privado, quienes celebraron la votación, al igual que la Ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara quien destacó la aprobación de esta iniciativa «en un día tan significativo» para los derechos de las mujeres.
Fueron los senadores Jaime Quintana y Luciano Cruz-Coke, presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Trabajo y Previsión Social, respectivamente, quienes explicaron los principales alcances del instrumento internacional que busca establecer la protección de los trabajadores y de las trabajadoras del sector público y privado frente a la violencia y el acoso que ocurren durante el trabajo, en relación con el trabajo, o bien, como resultado del mismo.
Explicaron que el Convenio 190 señala que «la violencia y el acoso en el mundo del trabajo designa un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género».
Cabe recordar que se consagra que las disposiciones del Convenio deberán aplicarse por medio de la legislación nacional, así como a través de convenios colectivos o de otras medidas acordes con la práctica nacional, incluidas aquellas que amplían o adaptan medidas de seguridad y salud en el trabajo existentes para que abarquen la violencia y el acoso y aquellas que elaboran medidas específicas cuando sea necesario.
Durante la votación de la iniciativa intervinieron los senadores:
«Tenemos dudas respecto de este convenio y queremos ser claros para evitar los inconvenientes que nuestro país ha tenido con otros convenios internacionales… no tenía toda la información y por eso en primera instancia me abstuve y ahí plantee las brechas entre lo que propone el convenio y lo que tenemos que avanzar en legislación chilena».
«Es importante relevar la importancia de contar con este convenio internacional. Existen estadísticas sobre las denuncias en el ámbito laboral y esto nos dice cuánto falta avanzar hacia un trabajo decente…necesitamos garantizarle a las mujeres que tenemos derecho a vivir en un mundo libre de violencia»
«Quiero destacar el papel de Chile cuando dio su voto a favor para que exista este convenio en que se define la violencia y el acoso, a quienes protege y también plantea los principios fundamentales…la violencia y el acoso en el ámbito del trabajo dificulta el acceso al mercado del trabajo e impide aumentar la tasa de participación laboral y de tener condiciones de trabajo en igualdad».
«Espero que Chile otorgue una fuerte señal contra toda forma de violencia en la vida diaria. Todos los que aprobamos, estamos conscientes de avanzar en esta temática…aún existen brechas importantes entre la legislación interna…es imperioso que antes de los 12 meses de que entre en vigencia se fije la mesa tripartita para la correcta interpretación de este tratado en una ley y se eviten zonas grises»
«Este tratado tiene que ver con un compromiso del gobierno sobre el trabajo decente en condiciones de libertad, equidad y dignidad para las personas…se trata de un compromiso que hacemos para darle seguridad, trabajo decente, libertad equidad y dignidad a las trabajadoras de nuestro país».
«La aprobación de este Convenio de la OIT es un acto más que va en la línea de lo correcto: el derecho de toda persona a la vida libre de acoso y violencia en el trabajo…la importancia de una cultura del trabajo basado en el respeto mutuo son fundamentales si queremos avanzar».
«La aprobación de este Convenio es un acto urgente que no admite dilaciones. La violencia y el acoso contra las mujeres en materia laboral es un flagelo que deber desterrado y que muchas veces es invisibilizado».
«La violencia hay que erradicarla. Me siento orgulloso de que cuando fui diputado fui autor, junto a otros, de la ley de acoso laboral…Pero todavía en nuestro país una mujer recibe un 18% menos que un hombre haciendo el mismo trabajo y eso es violencia. Queremos que este proyecto vaya en la línea de terminar con todos los tipos de violencia».
«Es necesario avanzar de manera sostenida también en una legislación específica que nos permita garantizar que vamos a tener un mundo laboral libre de violencia y acoso…este no es un proyecto autoejecutable y es necesario abordar legislaciones específicas en cada una de las áreas»
«Para nosotros es muy importante poder ratificar este convenio que viene a complementar otras iniciativas. La violencia y el acoso en el mundo del trabajo y una serie de prácticas que son inaceptables… hay que hacer un monitoreo en los servicios públicos a partir de la aprobación de este convenio»
«Se consagra un principio fundamental que es el diálogo tripartito, toda vez que participan representantes de los trabajadores, de los empleadores y de los gobiernos…Un convenio tan importante como éste va a tener vida, en la medida que esos actores tomen acciones para la implementación y que haya un cambio cultural sustantivo que permita erradicar todo tipo de violencia en el ámbito laboral»
«Los cambios culturales no se hacen solo con una mirada y es importante considerar todas las visiones… no podemos dejar puertas abiertas que entorpezcan la verdadera ejecución de este instrumento de modo que favorezca a las mujeres trabajadoras».
«Alcanzar este tipo de tratados internacionales es un primer muro que las mujeres han debido sortear. Recuerdo también los tratados medioambientales, los relacionados con la niñez o derechos sociales son una primera valla; luego actualizar y corregir los marcos normativos del país y una tercera es encontrar el debido financiamiento».
«Este Convenio 190 es muy importante porque estamos protegiendo a las mujeres, especialmente a las mujeres trabajadoras, previniendo y sancionando el acoso. Establecemos el principio fundamental de promover y respetar un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso».
«No es casual que se haya incorporado en la tabla este proyecto pues, la conmemoración del 8 de marzo nos hace reflexionar que uno de los ámbitos donde tenemos mayores brechas es en el ámbito profesional y no solo de brecha salarial, sino también en cargos gerenciales y políticos».
«Estos principios internacionales generales del Convenio 190 deben ser aterrizados en las legislaciones de nuestros países. Este convenio no es autoejecutable, tiene un plazo de un año de vigencia y conlleva varios desafíos… Este es un buen paso y debiera ser una preocupación de todos y todas que nadie esté expuesto a violencia ni acoso»
«Este es un proceso colectivo con distintas organizaciones para luchar por sus derechos. Presentamos un proyecto de acuerdo en enero de 2021 para solicitar que el Ejecutivo ratificara el Convenio 190, pues tenemos que contar con una legislación que permita a cualquier ciudadano defenderse ante situaciones de acoso…este es un cambio cultural que nos permite tener instrumentos, pero también cambiar prácticas que se han repetido en el tiempo».
Fuente: Senado