Se difieren nuevas viviendas y el mayor edificio de oficinas:
Hoy son varias las empresas constructoras que han paralizado sus proyectos habitacionales o comerciales y la demanda de departamentos amoblados ya no existe.
Por Mario Riveros M.
Hace dos años Copiapó estaba viviendo el mayor boom de su historia, incluso superando el gran auge de la ciudad del siglo XIX, cuando operaron los yacimientos de plata Chañarcillo y Tres Puntas.
El anuncio e inicio de la construcción de una serie de proyectos mineros y eléctricos llevaron a que la población creciera rápidamente. De un día para otro, la pequeña ciudad de la III Región vio aumentada su actividad varias veces.
«Pero todo quedó ahí», dice Manuel Sotomayor, habitante de Copiapó. Nacido y criado en la zona, Sotomayor cuenta que el boom atrajo muchas inversiones: llegaron las grandes constructoras, los arriendos se dispararon, se comenzó a construir un mall y un hospital, pero hoy todo está en «veremos».
«Todo dependía de la minería y se frenó», dice Eduardo Catalano, presidente de la Asociación Minera de Copiapó.
El dirigente cuenta que mientras en 2011 había lista de espera para conseguir grúas para las nuevas construcciones, hoy la vacancia supera el 30% y que, en realidad, son pocas las que se ven operando en el centro de esa ciudad.
«Ha caído la actividad, pero sigue bueno», dice Emma Peña, dueña de la corredora de propiedades Asegen.
Caen arriendos
En 2011, Emma Peña le contó a «El Mercurio» cómo la demanda por arriendo de viviendas, sobre todo amobladas, se había disparado a tal punto que no había stock disponible.
Hoy, dice, ya no existe demanda por departamentos amoblados y los precios han caído más de 40%, aunque son varios los copiapinos que se han negado a rebajar los precios de alquiler y siguen ofreciendo a los valores de 2011.
Esto también ha impactado la materialización de nuevas iniciativas residenciales. Cuentan en Copiapó que la constructora PY paralizó al menos un proyecto (tiene otros siete en la zona), y que la Inmobiliaria Santa Beatriz tiene prácticamente detenido un proyecto de 45 hectáreas en la zona.
Además, Alterra habría paralizado un edificio de oficinas frente al nuevo mall de la ciudad, el que, si bien dicen desde Mall Plaza, no se ha detenido y sería inaugurado en diciembre, en una primera etapa ya no tendrá todas las prestaciones anunciadas al momento del inicio de las obras, las que se podrían adicionar en el futuro.
Pero no todo está tan lento, el corte no ha sido inmediato. Por ejemplo, dice Manuel Sotomayor, «sigue habiendo mucha gente y se sigue vendiendo mucho departamento», aunque lo que más muestra que aún hay actividad en la zona es que hay mucho más tráfico: hoy uno sigue demorándose el doble en moverse en auto a cualquier lado, dice.
Titanium demora su plan más emblemático
«Hemos alargado el plazo, pero no lo hemos parado». Así explica Alfonso Barroilhet, arquitecto a cargo del desarrollo de Titanium Copiapó, de ASL Sencorp (ligada a Abraham Senerman) y la inmobiliaria Titanium (en la que participan Bethia e Inversiones Muni).
El inmueble es considerado como un emblema de la zona, pues sería el primer edificio del norte en contar con certificación LEED, ajustado a la demanda minera de primer nivel.
Por eso es que, dice Alfonso Barroilhet, el proyecto no está detenido sino que «demorado».
«Los ciclos en minería son cortos. La minería se ajusta rápido y esperamos el ajuste para acelerar el tranco», dice el ejecutivo. Hoy, más que construcción, se han seguido haciendo planos y estudios, además de adjudicaciones para su próxima ejecución, aunque aún no se tiene fecha de inicio de las obras.