Las cifras de la organización difieren de los cálculos de la industria que evidenciaban una tasa de hasta 87%. Desde el gremio argumentaron que los datos del organismo son «simulaciones».
Por N. Marticorena y C. Arroyo
Según el último estudio encargado por la Asociación de AFP al economista Ricardo Paredes, la tasa de reemplazo (TR) en Chile -que es el porcentaje que representa la pensión del sueldo imponible promedio de los últimos diez años de un trabajador- podía llegar al 87% en el caso de los hombres. Sin embargo, la magnitud de dichas proyecciones difiere de los cálculos publicados este martes en París por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Cifras a octubre -contenidas en el reporte «Pensions at a Glance 2013»-, muestran que la TR neta (descontados los impuestos) para chilenos de ingresos medios (unos $580 mil, según información de la Superintendencia de Pensiones) llega a 52% en los hombres y a 42% en las mujeres. El dato es menor al reportado por el mismo informe de la OCDE de 2011, cuando la cobertura de pensión local llegaba a 64,3% para los chilenos y a 49,9% para las chilenas.
En el caso de quienes ganan la mitad del ingreso medio en Chile, la TR llega a 62,5% en hombres y a 53,2% en mujeres. Mientras que en el segmento de quienes perciben 1,5 veces más el sueldo promedio, la cobertura es de 47,7% y 37,2%, respectivamente.
¿Por qué bajamos?
El ex superintendente de AFP, Alejandro Ferreiro, explicó que existen al menos tres variables que pudieron impactar la baja de la TR local. Primero el «bono por hijo», que sumó un gran volumen de mujeres beneficiadas al total de pensionados y con muy bajas jubilaciones. Segundo, las mayores expectativas de vida y las menores tasas de interés de mercado que impactan el cálculo de pensión por renta vitalicia y retiro programado. Y, por último, el alza de los salarios reales, que hace más difícil igualar las pensiones a los últimos sueldos.
«En esto no hay atajos ni respuestas fáciles. Si queremos tener más pensión, necesitamos más ahorro, y eso implica más años de cotización o elevar la contribución. El 10% es claramente un subahorro», agregó.
Para el director del programa económico de Chile 21, Eugenio Rivera, las cifras de la OCDE reflejan además la caída del retorno de las inversiones de los fondos, ya que entre agosto del 2005 y julio del 2013, la rentabilidad promedio de estos ha sido 3,9%. «Estas cifras dejan en evidencia lo falaz del estudio de Ricardo Paredes, según el cual las tasas de reemplazo en Chile superaban el 80%», añadió.
El gerente de estudios de la Asociación de AFP, Roberto Fuentes, aclara que tal estudio se basa en 25 mil pensionados por vejez del primer trimestre del 2012, en que el cálculo de la TR neta considera la renta líquida promedio de los últimos 10 años y la pensión calculada.
«Las estadísticas de la OCDE se realizan sobre la base de simulaciones, excluyendo los ahorros por el tercer pilar voluntario, sin especificar la renta de comparación de la pensión ni la densidad de aportes de los pensionados. En resumen, casos reales versus simulaciones», explicaron. Desde la Superintendencia de Pensiones, en tanto, señalaron que están analizando el informe.
Tasa de reemplazo es el porcentaje que representa la pensión del sueldo imponible promedio de los últimos diez años de vida laboral activa. Chilenas son las que más trabajan entre países de la organización tras cumplir edad de retiro oficial
Otro dato que consigna el último reporte sobre pensiones de la OCDE es que la edad promedio de retiro efectivo entre las mujeres chilenas llega a 70,4 años, un nivel muy superior a los 60 años que se fijan como edad de jubilación legal.
Tanto la brecha como la edad de salida efectiva del mercado laboral de las mujeres en nuestro país son las más altas entre los 34 miembros que componen la organización internacional, cuyo promedio es de 63,1 años, versus el tope oficial de 63,5 años.
En el caso de los hombres chilenos, la edad promedio de retiro efectivo es de 69,4 años (en comparación a los 65 años fijado como salida oficial), un nivel superior al de las mujeres nacionales y que es el tercero más alto entre los países OCDE después de Corea del Sur y México. La edad promedio efectiva en la OCDE es de 64,2%.
Desde la Asociación de AFP explicaron que con relación a las estadísticas de mujeres chilenas dadas por la OCDE, «es claro que se están considerando como pensionadas a las mujeres que se afilian al sistema de AFP a partir de los 65 años para obtener el bono por hijo».
Además, en la entidad agregaron que en la mayoría de estos casos de mujeres, son «no cotizantes regulares del sistema», en donde «solo están obteniendo un beneficio estatal por esta vía como pago de pensión. Las estadísticas deben diferenciar a los pensionados con solo aquellos que reciben una bonificación estatal».