El economista de BBVA Research sostiene que a pesar del bajo Imacec proyectado para enero (1,8%) el 2014 irá de menos a más, hasta llegar a un PIB en torno al 4%. En tanto, asegura que el Banco Central (BC) está complicado para seguir bajando la TPM más allá del 4%.
Por Víctor Petersen.
A juicio de Hermann González, economista principal de BBVA Research, uno de los objetivos primordiales de las nuevas autoridades económicas, una vez asumidas, es controlar las expectativas tanto empresariales como de los consumidores, las que impulsadas por los bajos datos de crecimiento y la incertidumbre por la reforma tributaria, avanzan a terreno negativo.
¿Cómo estiman el crecimiento de la actividad chilena para este año, considerando la desaceleración más profunda a la prevista, según reconoció el BC?
-Efectivamente ésta ha sido una desaceleración mayor a la que teníamos prevista, y que no está partiendo ahora, sino que en el último trimestre del año pasado. Tiene su foco en la desaceleración de la inversión con algunos efectos que eran relativamente anticipados, como una alta base de comparación, pero a lo que se ha sumado efectos como lo que tuvimos en enero que fue el paro portuario, que incidirá en el Imacec de ese mes. Con todo, nosotros seguimos esperando que la actividad vaya de menos a más durante este año, y mantenemos nuestra proyección en 4%.
Sin embargo, el 2014 partiría con un bajo ritmo en enero, a la luz de los datos sectoriales…
-Naturalmente estas cifras bajas generan una exigencia a esta estimación, porque tendremos que ver un segundo semestre mucho más dinámico para llegar a ese 4%. Ahora, para nosotros, insisto, la cifra de enero no es tan sorprendente, aunque de todas formas es baja, porque también hay que considerar que la economía en enero pasado creció sobre el 6% , entonces estamos comparándonos con una base que es muy exigente, lo que estadísticamente es relevante para la cifra de crecimiento.
¿Cuál es la estimación que tiene para el Imacec de enero?
-Proyectamos un 1,8%, aunque insisto considerando que hay elementos transitorios. De hecho, a partir de febrero no se debería ver un dato tan malo en términos de actividad, básicamente porque la pérdida asociada al paro portuario debería recuperarse, con efectos base más favorables.
A su juicio, ¿qué es lo más preocupante de este ciclo de muestra la economía chilena?
-Primero, creo que esta cifra de actividad de enero seguramente tendrá un impacto bastante negativo sobre las expectativas, tanto de las empresas como de los consumidores, y cuando ocurre eso, hay una retroalimentación que no es positiva para el ciclo económico. Creo que la variable que hay que mantener bajo control en lo que viene son justamente las expectativas de los agentes. Es decir, con una actividad que se está desacelerando en forma muy brusca, es muy importante por ejemplo que las autoridades económicas tomen las medidas necesarias como para propiciar un escenario de crecimiento económico.
¿En qué sentido?
-Por ejemplo, con el caso de la reforma tributaria y las incertidumbres que están asociadas sobre algunas medidas que propone el nuevo gobierno. Ahí es muy importante que se aclaren esas incertidumbres lo antes posible, de manera de generar un ambiente más favorable para la inversión. Hemos visto que hay proyectos que se están revaluando o deteniendo, y eso responde un poco a cierto grado de incertidumbre asociado a esta reforma, que es muy grande y significativa, no como la anterior.
¿Está afectando en el crecimiento?
-Creemos que está afectando las decisiones de inversión, y de contratación. Por eso las autoridades que entren tienen que tomar un rol bien activo en mantener controladas las expectativas, principalmente empresariales para que no se afecte en forma mayor el empleo y la actividad. Ahora hay que constatar que hay algo internamente que es difícil de manejar, que tiene que ver con el término de la reconstrucción, y proyectos más importantes de inversión minera, que también está detrás de la desaceleración. Sobre esto la verdad es que no hay mucho que se pueda hacer.
Respecto al tema de la reforma y sus efectos, ¿Cree que se debe dar más detalles, o que se debe moderar su implementación?
-Creo que se requieren de las dos cosas. Dar claridad sobre los detalles y la implementación de algunas medidas. Conocer el proyecto. Y de todas maneras, creemos que la reforma tiene que ser aplicada en forma gradual, particularmente en un escenario de desaceleración económica. Reducir la incertidumbre implica las dos cosas.
ESCENARIO COMPLICADO PARA EL BANCO CENTRAL
Con todo, ¿cómo cree es el escenario futuro para el ente rector respecto a la política monetaria?
-El escenario para el instituto emisor es uno donde creemos que probablemente habrá un nuevo recorte de la Tasa de Política Monetaria, y en ese escenario la variable que hoy está generando algún tipo de incertidumbre es la depreciación del tipo de cambio y su impacto sobre la inflación. Por eso, no proyectamos bajas adicionales a este recorte que vendría en marzo, porque justamente estamos en una situación en que el BC no tiene una situación muy cómoda en términos de nivel de inflación como para seguir ese proceso de recortes.
¿Esto considerando que un recorte adicional haría subir el tipo de cambio?
-Claro, podría seguir subiendo, en un escenario de inflación que ha estado relativamente alta en los últimos meses, lo que complica al Banco Central.
El desempleo aumentó a 6,1%. ¿Podría seguir esta tendencia?
-Sí, se pueden dar aumentos adicionales en la tasa de desempleo este año, lo que tiene que ver con la posición cíclica de la economía. Con un crecimiento por debajo del potencial, es difícil poder sostener tasas de desempleo como las que vimos el año pasado. Es bastante natural que las empresas empiecen a optimizar sus procesos. Es propio de un escenario de menor crecimiento.
¿Es preocupante?
-Debiera ser un incremento no muy significativo. Creo que no es descartable que algunos meses se acerque al 7%, pero no es un desempleo alto para Chile.