La cantidad con que contarán las personas en su empleo durante el día es fundamental, asegura experto.
Uno de los efectos negativos que tiene el periodo invernal es que se reducen las horas de luz que tiene el día. Y eso se nota en todo ámbito, incluso en el trabajo, por ello, al sol se le debe sacar el máximo provecho posible en cuanto al ahorro de energía y los beneficios en la salud de las personas.
«Entre los factores que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar una oficina corporativa eficiente y saludable, la cantidad de luz natural con que contarán los puestos de trabajo durante el día es fundamental», afirma Víctor Feingold, CEO de Contract, compañía dedicada a la conceptualización, diseño y habilitación de espacios de trabajo.
Debido a que la luz solar interviene en numerosos procesos biológicos mediante los ciclos naturales de luz y oscuridad, existe una estrecha relación entre esta y la salud física y emocional de una persona, por lo que es necesario encontrar soluciones de iluminación que energicen el cuerpo y revitalicen la mente del empleado.
En este sentido, el CEO de Contract asegura que el nivel de luz óptimo para una tarea determinada corresponde al que da como resultado un mayor rendimiento con una mínima fatiga, considerándose tanto la tarea como las condiciones reales en que será realizada.
La cantidad de luz solar que ingresa efectivamente en los interiores de una oficina es fluctuante debido a factores tales como la orientación del edificio y su contexto, su tamaño y morfología, las condiciones climáticas, el momento del día, los tipos de aberturas, entre otros.
¿Cómo lograr entonces el máximo provecho a la luminosidad solar? Aquí van algunos consejos:
■Utilizar paneles divisorios bajos en las estaciones de trabajo.
■Instalar divisores vidriados transparentes en despachos cerrados.
■Priorizar la ubicación de las áreas de trabajo operativo por sobre las jerárquicas en zonas de mayor incidencia de luz natural.
■Acondicionar los cristales con dispositivos de control solar.
■Utilizar superficies difusoras de colores claros para que reflejen la luz solar hacia el interior en todas las direcciones del espacio. En ese sentido, pisos, tabiques y cielorrasos juegan un papel fundamental como superficies reflectantes.
Debido a las característica del periodo invernal, la luz artificial resulta ser clave. La utilización de sistemas de control, permiten una reducción en el consumo de electricidad y un ahorro sustancial de energía.
En ese sentido, si se considera que la iluminación representa casi un 20% del gasto de electricidad total de una compañía, contar con un sistema de iluminación eficiente que contemple la optimización del uso de la luz natural, puede producir un ahorro energético de hasta un 80%, al mismo tiempo que se contribuye a la reducción de la huella ecológica.
En definitiva, el experto concluye que una buena aplicación de la luz natural contribuye a crear un entorno más confortable y satisfactorio para los trabajadores, lo que incide de manera directa en su productividad y genera un impacto positivo sobre la rentabilidad de las empresas.