Son aparatos distintos a los usados actualmente por Carabineros, pues resultados serían válidos ante la justicia:

El Senda, junto a organismos de Transportes y Salud, revisa la experiencia de este mecanismo en otros países, precios y dónde calibrarlos.

Por ÓSCAR SAAVEDRA y RICARDO MUGA.

Cuando un conductor sufre hoy un accidente de cualquier índole o es sometido a un control del plan Tolerancia Cero, la única forma certera de saber el nivel de alcohol que ingirió es el examen de alcoholemia, la toma de una muestra de sangre que se envía al Servicio Médico Legal.

En algunos casos, Carabineros utiliza el alcotest para conocer preliminarmente el estado del o los afectados, pero el resultado del soplido no es concluyente ante la justicia, que exige la alcoholemia. Sin embargo, la prueba que es obligatoria desde la década del cincuenta podría pasar a la obsolescencia, según dice la recién asumida directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Lidia Amarales.

Entre las variadas carpetas que la médico cirujana tiene en su escritorio, sobre los distintos planes que el Gobierno proyecta en la materia, se encuentra el nuevo alcotest evidencial, un equipo que mide a través de la respiración el nivel de alcohol en la sangre, cuyos resultados están validados científicamente, por lo que sí serían admitidos ante los tribunales.

Amarales explicó ayer a este diario que dentro de los cambios programados para el actual plan Tolerancia Cero «estamos trabajando hacia el alcotest evidencial, que es una espirometría que es legal para decir los niveles de alcohol que la persona tiene y, por lo tanto, no se necesita de la alcoholemia».

Según la ex subsecretaría de Salud Pública, «este alcotest está certificado internacionalmente, algunos países lo están usando, como Australia y otros, por lo que es un equipo validado».

Actualmente, un grupo de trabajo en el participan la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), dependiente del Ministerio de Transportes; y el Instituto de Salud Pública se encuentra revisando la experiencia de otros países, el protocolo de manejo de estos equipos, su precio y dónde se podrán calibrar luego de que sean utilizados.

Respecto de las diferencias entre los nuevos equipos y los que Carabineros maneja hoy, Amarales señaló que «no es el actual aparato, es un equipo especial que mide en forma veraz los niveles de alcohol. Tiene una validación científica, que tiene congruencia con la alcoholemia».

Asimismo, la entrada en vigencia del alcotest evidencial agilizaría un proceso dificultoso: «Donde no hay ambulancias del plan Tolerancia Cero, un carabinero tiene que partir a un servicio de urgencia, ingresar dentro de la lista de espera para que se tome el examen. Eso es un procedimiento demoroso, mientras que este alcotest evidencial va a llevar a que este procedimiento no exista», planteó.

Aunque ya hay un cronograma de los estudios e iniciativas necesarias para concretar el sistema, la directora declinó dar un plazo para funcionamiento.

Otras modificaciones

Amarales señaló que el nuevo gobierno ha reforzado el plan Tolerancia Cero, pero que «se evaluaron varias cosas que no estaban haciéndose bien: la ambulancia no tenía la certificación de Salud para poder salir. Esta cumple con la responsabilidad de tomar la alcoholemia, lo que es un documento legal, por lo que tiene que estar certificada».

«Lo otro es que las licitaciones que se llamaron para proveer de ambulancias en todo el país fueron declaradas desiertas y teníamos también sobreprecios en algunas regiones, por el hecho de ser solo una ambulancia y en algunos meses del año (…) Era de mucho costo para el objetivo, que era ayudar a Carabineros a controlar el tráfico de personas manejando con alcohol», explicó.

Convenio
El Senda trabaja con los municipios para el uso de sus ambulancias en el plan Tolerancia Cero. Marihuana en La Florida: «Absolutamente errada»
Otro de los temas relevantes que enfrenta Lidia Amarales en el Senda es el debate sobre una eventual despenalización de la marihuana y el posible uso terapéutico de la droga en el país.

Explicó que como «Gobierno, dentro de nuestro programa, está estudiar y revisar (el tema), y por supuesto luego de ello, veremos lo que pasa en el país y las distintas opiniones de la comunidad».

Respecto de la salida de la cannabis sativa de la clasificación de drogas duras, explicó que «el paso de la lista I a la II sólo tiene que ver con penalidad, no tiene que ver con despenalización ni con legalización de la marihuana. El hecho de que pase de lista I a II sólo hace que las personas que son portadoras tienen una penalidad de menor grado, nada más. Ahora, otra cosa es lo que tiene que ver con la despenalización, legalización o uso terapéutico de la marihuana».

La doctora Amarales aseveró que «la cannabis está dentro del uso terapéutico en Chile, la oferta existe (…) Hay indicaciones muy claras, muy precisas, y eso no significa que tenga relación en esta balanza con el narcotráfico. Tenemos que combatirlo, es un problema nacional, tenemos que preocuparnos de los jóvenes que entran en esta rueda y que los lleva a ser víctimas».

Sobre la iniciativa del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, quien pidió permiso al SAG para cultivar marihuana y entregarla luego a los enfermos terminales, Amarales sostuvo: «Le diría que su manera es absolutamente errada. Existe un medicamento que cumple con ese objetivo. (…) El tratamiento paliativo del cáncer está incluido en el Auge y todo paciente, en el bien morir, recibe medicamentos necesarios para no sentir dolor».