México desplazó al país como segundo receptor del capital foráneo detrás de Brasil, lo que no sucedía desde 2010.
Por Constanza Morales H.
La Inversión Extranjera Directa (IED) hacia América Latina y el Caribe anotó un máximo histórico en 2013, pero la mayoría de las principales economías de la región experimentó un retroceso, con la excepción de México. Chile, en tanto, registró una caída de 29%, la mayor en la región.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicado ayer reveló que el bloque recibió US$ 184.920 millones en IED el año pasado, un alza de 5% respecto de 2012 y el mayor nivel desde que se tiene registro. Sin embargo, la variación estuvo por debajo del avance de 11% de los movimientos a nivel mundial.
Para este año, se espera una leve tendencia a la baja, ya que el crecimiento económico se moderará y los precios de las materias primas, particularmente las cotizaciones de los minerales, no parecen recuperarse. La institución proyecta que las corrientes de IED variarán entre -9% y 1%, ritmo que dependerá de si se ejecutan o no grandes adquisiciones empresariales.
El repunte durante el ejercicio pasado estuvo impulsado por México, cuya IED aumentó 117% desde US$ 17.628 millones hasta US$ 38.286 millones. La compra de la cervecería Modelo por parte de la compañía belga Anheuser-Busch Inbev por US$ 13.249 millones explica más de un tercio del salto en los flujos hacia el país del norte. Según la agencia de la ONU, sin esta operación las entradas de IED en la región se habrían reducido.
Colombia fue la otra nación donde la llegada de capital foráneo subió, pasando desde US$ 15.529 millones a US$ 16.772 millones.
Peor desempeño
Las otras cuatro grandes economías del bloque registraron caídas, lideradas por Chile, cuya IED bajó 29% desde US$ 28.542 millones hasta US$ 20.258 millones.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, detalló que la disminución se debió principalmente al difícil año que vivió la minería del cobre, tanto en términos de precio del metal como por los mayores costos dentro de la industria.
De esta manera, la nación descendió desde el segundo al tercer lugar como mayor receptor de los flujos, siendo desplazada por México, lo que no sucedía desde 2010. Tal como ha ocurrido desde 2008, Brasil se ubicó como el principal destino de la IED con US$ 64.046 millones.
Bárcena destacó que para Chile la inversión extranjera directa es muy relevante en términos de contribución a la actividad doméstica. De hecho, la IED local representa 7,7% del PIB, la mayor proporción dentro del área conformada por América del Sur más México.
Consultada sobre el impacto de la reforma tributaria en Chile sobre la IED, la delegada declaró que el stock de inversión extranjera no se va a ver afectado y se mostró a favor de que el Estado se “apropie un poco mejor” de las rentas extraordinarias y apoyó la realización de reformas similares en otros países de la región.
Inversión directa en el exterior de firmas del bloque bajó 33%
Las compañías transnacionales de América Latina no estuvieron tan dispuestas a invertir su dinero fuera de sus países de origen el año pasado. La Inversión Extranjera Directa de las firmas regionales en el exterior disminuyó 33% a US$ 31.611 millones, frente al máximo de US$ 47.186 millones anotado en 2012 y es una de las cifras más bajas desde 2006.
Entre las principales economías del bloque, sólo las firmas de Argentina y Colombia experimentaron un avance positivo respecto del ejercicio previo. Chile, México y Brasil registraron descensos.
Los flujos de las compañías locales hacia otras naciones cayeron más de 50% desde US$ 22.330 millones a US$ 10.923 millones (este monto incluye los datos hasta el tercer trimestre). Según la Cepal, los volúmenes locales volvieron al nivel de los años anteriores luego de los altos niveles de 2011 y 2012.
El caso de Brasil llama la atención, ya que por tercer año consecutivo las salidas fueron negativas.
El informe destacó la importancia que están tomando las empresas translatinas en las corrientes de IED hacia el exterior. Entre 2006 y 2012, Chile y México se ubicaron entre las diez principales economías en desarrollo y en transición que invierten en el extranjero.
Entre las 100 mayores firmas transnacionales de países emergentes, aparecen 21 compañías latinoamericanas: ocho brasileñas, seis mexicanas, cuatro chilenas, dos argentinas y una venezolana. Cencosud fue la única firma chilena entre las 50 primeras.