Coyhaique concentra la mayor cantidad de jornadas con esmog en el país, seguido por Talca.
Por Oriana Fernández y corresponsales.
Casi un total de dos meses suma Coyhaique, la capital de la Región de Aysén, con altos niveles de contaminación atmosférica por material particulado fino (PM 2,5), la polución más dañina que se monitorea en el país. De acuerdo a las estaciones de medición del Ministerio de Medio Ambiente, se trata de la urbe con los mayores índices a nivel nacional durante este invierno, totalizando 57 episodios críticos de esmog en lo que va de 2014.
De hecho, en 20 de estos días la ciudad austral ha registrado índices que llegan incluso a la emergencia ambiental (ver infografía), es decir, cuando la calidad de aire se torna peligrosa para la salud.
El registro del Ministerio de Medio Ambiente señala que la segunda zona con alta cantidad de días críticos de esmog es Talca-Maule (ambas comunas), con 26 días, con alerta, preemergencia o emergencias ambientales.
Santiago, en tanto, acumula 14 días de contaminación por este material. Sin embargo, la medición oficial del gobierno en esta ciudad es por Material Particulado grueso (PM10).
IMPACTO EN LA SALUD
Para enfrentar este escenario, el gobierno decidió en mayo pasado decretar alertas sanitarias entre las regiones de El Maule y Aysén, lo que implica la paralización de fuentes fijas como la leña.
La excepción es Coyhaique -precisamente la que muestra los más altos registros-, pues requiere de un suministro permanente de calefacción por las bajas temperaturas. Sebastián Tolvett, jefe de Calidad de Aire del Ministerio de Medio Ambiente, señaló que en esta comuna no se puede adoptar una prohibición al uso de este combustible, pero que en el plan de descontaminación “se planteará la necesidad de calefacción sustentable y recambio de equipos”. La elaboración de este programa se encuentra en fase de anteproyecto.
En el caso de Talca-Maule y Curicó, el intendente de la Región del Maule, Hugo Veloso, agregó que “los ciudadanos han percibido esto, al ver una nube de humo principalmente al atardecer y la noche. Se siente la fuerte presencia de partículas y hay disminución de la visibilidad, lo que conlleva riesgo para la salud y por lo mismo un fuerte aumento de consultas por enfermedades respiratorias”.
Tolvett defendió el uso de las alertas para mitigar el impacto de la contaminación. Dijo que en ciudades como Temuco, cuya fuente de emisiones también es la calefacción, se bajó los días críticos de esmog de 29 en 2012 a 14 días en 2013, cuando se prohibió por primera vez el uso de leña en los hogares.
Walter Folch, asesor del departamento ambiental del Ministerio de Salud, afirmó que las emisiones provocan un negativo impacto en las personas, especialmente cuando los índices llegan a emergencia. “Cuando se aumenta en 10 microgramos por metro cúbico el material particulado, sube un 2% a 3% la carga de enfermedades y muerte para la población”, dijo.
La Región Metropolitana registró ayer una preemergencia por PM 2,5. El académico del departamento de Física de la U. de Santiago, Patricio Pérez, dijo que para hoy se espera un empeoramiento de las condiciones, debido a la mala ventilación. Ante esto, la intendencia declaró alerta ambiental.