La llamativa propuesta la entrega un coach motivacional, quien plantea que la vida laboral puede ser buena o mala, dependiendo de cómo nos relacionamos con ella.
Levantarse todas las mañanas para ir a un trabajo que no gusta, puede amargar la vida de cualquiera. Pasarlo mal ocho o incluso más horas día tras día es una experiencia por la que, sin duda, nadie quiere pasar. Sin embargo, es algo que depende de cada uno y que es posible cambiar.
«El trabajo que haces es el trabajo que elegiste hacer. No hay una pistola en tu cabeza. Si no te gusta, es tu propia culpa», afirma el orador motivacional Chris Barez-Brown en su último libro titulado «Free! Love Your Work Love Your Life» («¡Libre! Ama tu trabajo ama tu vida»).
El también ex soldado plantea que el trabajo perfecto no existe, que todas las profesiones tienen su lado amargo y que nuestra relación con el trabajo es central para nuestra felicidad. «La vida y el trabajo están intrínsecamente ligados. No están separados, son uno. Si queremos vivir una vida extraordinaria, tenemos que hacer nuestro trabajo igualmente extraordinario», afirma.
¿Cómo conseguirlo? En su libro, Barez-Brown entrega algunas ideas, entre ellas una bastante llamativa: decirle a tu jefe lo que está haciendo mal. «Un buen jefe es emotivo, humilde, toma riesgos y celebra la individualidad», describe el orador motivacional, y agrega: «Su trabajo es hacerte sentir brillante».
Pero, ¿y si tu superior no lo está logrando? «Sé valiente para tomar riesgos y ten una conversación de adultos con tu jefe», recomienda el orador motivacional. «Pídele una reunión en la que puedas identificar los problemas que tiene, el trabajo que está influyendo en tu negatividad y discute con él qué se puede hacer al respecto», añade. Según Barez-Brown, ésta es la única manera en la que un trabajador puede entablar una relación con su superior.
Sin embargo, éste no es el único consejo que entrega en su libro. Algunos otros son:
– Si odias tu trabajo, haz algo al respecto: según Barez-Brown, es común que quienes se sientan desencantados con su trabajo, crean que la mejor solución es buscar uno nuevo, sin darse cuenta que el que tienen en realidad es bueno. «¿Qué puedes hacer para que ese empleo sea perfecto para ti? Postular y tener entrevistas para otros trabajos te ayudará a darte cuenta para lo que eres bueno. Es posible que encuentres tu trabajo soñado, es posible que te des cuenta de lo bueno que es tu empleo actual. Siempre hay oportunidades», dice.
– Tómate un descanso: según el coach motivacional, las siestas a la hora de almuerzo pueden ser la clave para la productividad, si se considera que antes las personas acostumbraban a descansar un rato al mediodía y luego durante la noche. «Muchas investigaciones dicen que nuestros cuerpos trabajan mejor de esa manera. Las siestas son muy restauradoras», afirma, y agrega que conoce muchas empresas que han tomado en cuenta esto y han habilitado espacios para que sus trabajadores duerman cuando están en la oficina.
– Lee un libro en tu escritorio: Barez-Brown sostiene que cuando las personas se vuelven trabajólicas, pierden su humanidad. Por esto, recomienda que durante la jornada laboral, se deje a ratos el trabajo de lado. «Es importante que te levantes de tu escritorio con regularidad para hacer pausas, pero es igualmente importante hacer que tu espacio de trabajo no sólo sea para trabajar, sino que también para la recreación. Leer una novela es una gran manera de hacerlo», dice. Eso sí, aconseja realizar la lectura antes de comenzar con las actividades, por lo que -señala- es necesario llegar a la oficina un poco más temprano.
– Trabaja de pie: «El sedentarismo provoca más enfermedades que el tabaquismo», afirma el orador motivacional. Por esto, asegura que los escritorios para trabajar de pie, en los que el computador está instalado en un estante a altura, podrían ser una verdadera revolución en las oficinas. «Son mucho más saludables y estimulantes», asevera.
– Cuando algo te molesta y necesitas desahogarte, no lo hagas en la oficina ni con tus colegas: según Barez-Brown, un amigo que no tenga nada que ver con tu empleo te escuchará y dejará que te desahogues, lo que es útil y saludable. «Pero hacerlo en el ambiente laboral no sólo es negativo, sino que también puede dañar tu carrera profesional. No es bueno que las personas te asocien con las quejas», advierte.