Luego del acuerdo alcanzado con los senadores, el impuesto de primera categoría será de 27% desde el 1 de enero de 2017. Tras la crisis, la tendencia en el mundo es a la baja en este tributo, y las tasas impositivas tienden a converger hacia el 30%.
Por Pamela Fierro y Marcela Corvalán.
Si se aprueba la reforma tributaria con la última propuesta de la autoridad, el impuesto de primera categoría (que pagan las empresas) subirá en 59% desde 2010.
Ello, porque hasta 2010 la tasa de este tributo era de 17%, y ese año, se acordó subirla transitoriamente, como se comprometió el entonces ministro de Hacienda Felipe Larraín, a 20%, para financiar la reconstrucción posterremoto.
El mismo ex secretario de Estado, dos años después, para financiar la reforma a la educación mantuvo la tasa en 20%, lo que está vigente hasta hoy.
Ahora, tras el acuerdo alcanzado entre el gobierno y los senadores de la Comisión de Hacienda, el tributo será de 27% desde el 1 de enero de 2017 o año tributario 2018.
Con ello, Chile se situaría en el lugar número 13, junto a Noruega, entre los países que más pagan impuestos en el concierto de las 34 naciones de la Ocde y se ubicaría ligeramente sobre el promedio, que está en 25,5%.
Si bien Chile pareciera ir contra la tendencia de la última década entre las economías desarrolladas, de bajar los impuestos corporativos, las presiones fiscales en estos países han puesto un piso a los descensos, que estaría entre 25% y 30%.
Según datos de KPMG, en los últimos cuatro años, sólo cuatro países han subido el impuesto a las empresas más que Chile. Egipto, Honduras y Serbia lo hicieron en cinco puntos y Sudán, en 20 puntos, para dejarlo en 35%.
HISTORIA
En enero de 1989, la tasa del impuesto a las empresas era de 10%. Sin embargo, ese año se decidió aplicarla sólo sobre el retiro de utilidades, eliminando en la práctica la tributación de las utilidades, porque el impuesto sobre los retiros era un crédito para los impuestos finales. Es decir, el tributo corporativo era cero.
En 1990, el gobierno de Patricio Aylwin logró aprobar en tres meses una reforma que permitió volver en forma permanente a un sistema de tributación sobre base de utilidades devengadas y subir la tasa de 10% a 15% para 1991, 1992 y 1993. Los cambios fueron acordados entre el ex ministro de Hacienda AlejandroFoxley, junto a los entonces senadores Evelyn Matthei, Sebastián Piñera y Sergio Romero, todos de RN.
También se estableció que los aumentos serían transitorios y que se revisarían al cabo de cuatro años (además, se incluyó un alza en el IVA). A fines del 93 y tras una nueva negociación con RN, se dejó la tasa corporativa en 15%.
En agosto de 2001, bajo la administración de Ricardo Lagos y con Nicolás Eyzaguirre como ministro de Hacienda, se aprobó una rebaja del impuesto a las personas y se creó un beneficio tributario para los créditos hipotecarios, lo que sería compensado con un alza gradual del impuesto a las empresas hasta 17% en 2004.
El entonces presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Ariztía, rechazó el “alza de 18%” en los impuestos de las empresas y anticipó efectos negativos en el crecimiento, la contratación y la inversión.
Ayer, tras conocer el pre acuerdo alcanzado entre el gobierno y los senadores de la Comisión de Hacienda, en el que, entre otros puntos, se estableció un alza del impuesto de primera categoría (a las empresas) de 20% a 27%, los representantes del sector privado se manifestaron conformes.
Andrés Santa Cruz, timonel de CPC, flanqueado por los representantes de las seis ramas productivas salieron del comité ejecutivo de la entidad a valorar, primero, el que se haya alcanzado un acuerdo.
En segundo lugar, el dirigente reconoció que si bien hay una carga impositiva bastante mayor, que tendrá efectos en las empresas y la economía, “mejora lo que había hasta hoy”. Más en el detalle, el titular de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, precisó que un alza a 27% “es bastante menor que el 35%”, aludiendo a la propuesta original que planteaba el aumento a 25%, más la retención del 10%, que lo llevaba a 35%.
“Siempre hablamos de que el impuesto de 35% era extraordinariamente alto, 27% es una tasa menor, igual nos coloca dentro de las tasas de impuesto más importante del mundo”, agregó el dirigente.