Instituto Libertad y Desarrollo calificó como «un tema super complejo» la solución esbozada por Trabajo. Más bien se inclina por un mecanismo de solución de controversias.
Por P. Toro y Ó. Galaz.
Finalmente, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, fijó un plazo para el envío de las reformas laborales al Congreso. “En temas que tanto se demandan desde el mundo de los trabajadores, hemos dicho que vamos a ingresar el proyecto en octubre, así que esperamos que sea una política constructiva. Es una política que, además, vamos a dialogar con los distintos actores”, anunció la secretaria de estado en el marco de la promulgación del salario mínimo, junto a la Presidenta Bachelet.
Esta iniciativa fue comprometida en el programa presidencial y ratificada en el acuerdo por el salario mínimo entre el Ejecutivo y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a inicios de mes.
Blanco sostuvo que esperan llegar en el último cuarto del año con un acuerdo consensuado al Congreso, “un proyecto que concite interés”, dijo al especificar que entre las materias a abordar estarían el fortalecimiento de la actividad sindical a través de la titularidad en la negociación colectiva y el poner fin al reemplazo en huelga.
Sobre este último punto ahondó ayer a primera hora en la 17° Mesa de Relaciones Laborales y Sostenibilidad, del Círculo Ejecutivo de Recursos Humanos y Caja de Compensación La Araucana. En la ocasión, afirmó que el fin de reemplazo en huelga no implicaría necesariamente la paralización total de la empresa.
“En todos los países del mundo el fin de reemplazo en huelga lo que significa es huelga efectiva y que aquellos trabajadores del sindicato que están en negociación efectiva, va a poder paralizar sus actividades; sólo esos trabajadores, no el resto de los trabajadores que pueden pertenecer a otros sindicatos. Además, se habilita el funcionamiento mínimo -al mejor estilo de turno ético- para no afectar la marcha de una empresa cuando la paralización total produce efectos y costos asociados”, comentó.
Blanco dijo, eso sí, que todavía hay “una ingeniería de detalle que tenemos que trabajar y ver qué significan estos turnos éticos, esta no paralización absoluta, pero lo que nosotros sí queremos ponernos al día es en esta normativa”, sostuvo.
Remplazo en huelga.
Este lineamiento que estaría tomando uno de los proyectos de la agenda laboral del gobierno atrajo inmediatamente observaciones de parte de expertos y agentes involucrados.
Así, para la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, los turnos éticos deben primero enfrentarse en el debate y luego se podrían analizar las situaciones “excepcionales”, pero no como una norma.
“Lamentablemente acá muchas veces se construyen acuerdos, políticas o reformas de ley que al final del día quedan atrapadas en la excepción. Y lo que queremos es que sea todo por igual, y que los turnos éticos siempre sean considerados. Lo que no puede ocurrir es que se empiece a generar un condicionamiento. Lo mejor es que enfrentemos el debate”, aseguró.
Refuerza esta posición el presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), Raúl de la Puente: “no nos interesa perjudicar a la ciudadanía, y siempre, sin tener derecho a la huelga, hemos hecho las movilizaciones manteniendo los turnos éticos, a fin de poder atender aquellos caso que son vitales o urgentes. Para nosotros sí debiera contemplarse los turnos éticos a convenir en la conversación con la autoridad”, precisó.
Una mirada distinta sobre los turnos éticos es la del investigador del programa legislativo del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), Sergio Morales.
Para él, esta “es una medida súper excepcional. El tema de los turnos éticos es un tema súper complejo. Si se contempla esta figura podría ser algo muy parecido a los trabajadores de reemplazo, con algunos matices que habría que evaluarlos, pero hay que ver la propuesta que se está ofreciendo”, comenta.
Destaca, además, que independiente de que se mantengan los trabajadores de reemplazo o los turnos éticos, “hay una afectación directa a la productividad de la empresa, lo cual va a mermar un poco las posibilidades de negociación del empleador en vista a ofrecer mejores condiciones laborales. Ese es un punto que no se puede olvidar”, precisó.
Para Morales, un punto importante en torno a esta discusión es “buscar mecanismos alternativos de solución de controversia. La idea es no transformar los procesos de negociación colectiva en una batalla. Lo ideal es que sea solucionado por un tema de arbitraje. Le daría un poco más de énfasis a eso (…) por ahí va más el camino que establecer estos turnos éticos, mantener o no la tasa de reemplazo. Es súper complejo”, sentenció.
En tanto, los presidentes de las comisiones de trabajo de la Cámara y el Senado valoraron el anuncio ministerial y anunciaron su respaldo al sistema de turnos éticos. “Me parece una buena medida”, señaló la senadora Adriana Muñoz.