Formación bruta de capital retrocedió más de 8% entre abril y junio, mientras que la demanda interna se contrajo en torno a 1%. Consumo creció casi la mitad respecto al primer cuarto del año.

Por Sebastián Valdenegro Toro.

La economía chilena estaría lejos de haber tocado fondo en el último trimestre. Este es el principal diagnóstico en el mercado luego de la publicación de las Cuentas Nacionales del segundo cuarto del año, que dieron cuenta de que la actividad se expandió 1,9% en el período, su peor desempeño en cinco años, mientras que entre enero y junio el crecimiento se ubicó en un magro 2,2%, también en mínimos desde 2009.

El PIB desestacionalizado anotó una variación de 0,2%, mientras que el efecto calendario restó 0,2 puntos al PIB, al registrarse un día hábil menos en relación al mismo período de 2013.

Según los datos publicados por el Banco Central, el gran “culpable” del menor dinamismo de la actividad está relacionado con la debilidad de la demanda interna, que anotó una caída de 0,9% entre abril y junio de este año. En la primera parte del año, la merma alcanza a 0,5%.

A esto se le agrega un mediocre desempeño en general de los sectores económicos, liderados por la agricultura, la industria y el comercio (ver nota relacionada).

En este contexto, la inversión anotó su cuarto trimestre consecutivo de contracción, al ceder 8,1%, lo que se compara con la caída de 5,5% que registró en el primer trimestre del año.

Acorde con los datos publicados por el instituto emisor, la principal variable que deterioró la formación bruta de capital fijo (FBCF) fue el desplome de la inversión en maquinarias y equipos, que retrocedió más de 21%. La inversión en construcción y obras sorprendió con una leve baja de 0,5% en el trimestre, versus el alza de 1,3% que anotó entre enero y marzo. Así, la inversión en capital fijo en términos reales se redujo a 23,8% del Producto, la cifra más baja en los últimos seis trimestres.

Consumo se resiente


Otro indicador que anticipa que el ciclo económico está lejos de cambiar de rumbo es el consumo, que se redujo casi a la mitad en este trimestre respecto al período previo, al avanzar un leve 2,1%.

En este contexto, el consumo de los hogares registró una expansión de apenas 1,9%, la más baja desde mediados de 2009, cuando el país se encontraba en una severa recesión producto de la crisis financiera internacional.

El consumo de servicios destacó como el de mayor contribución, seguido por el gasto en bienes no durables; en contraste, el consumo de bienes durables cayó, detalló el instituto emisor. En este mismo apartado, destacó la evidente desaceleración del consumo del gobierno, que se redujo más de la mitad desde las tasas de 8,1% en enero-marzo a 3,2% en el trimestre abril-junio.

Peligro de crecer bajo 2%


En el mercado coinciden en que los datos dan cuenta de que el ciclo económico bajista está lejos de revertirse, con lo que se abre un escenario de un Producto creciendo en torno a 2% -o incluso más bajo- este año.

Este es el diagnóstico del economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, para quien son necesarias medidas de reactivación por el lado fiscal para reactivar la economía, que anticipa se recuperará recién en el último trimestre del año, pero “difícilmente lo hará sobre 3,5%”, anticipa.

Similar opinión tiene el economista de BCI Estudios, Antonio Moncado, quien anticipa que la economía crecerá en torno a la parte baja de su rango, estimado entre 2,4% y 2,8%, con un mercado laboral bajo riesgo.

“Un escenario tal podría seguir deteriorando la dinámica de la demanda interna, prolongando los bajos registros de actividad durante todo el resto del año, haciendo necesaria una corrección de las estimaciones de crecimiento para este año nuevamente a la baja”.

El gerente de Estudios de xDirect, Alexis Osses, ve un PIB creciendo 2,4% en el año, pero con un alto riesgo de recortarse a 2% o menos.

“No sólo se debiera incentivar la economía por medio de bajas de tasas del Central, sino más bien debiera venir acompañada por mayor gasto público e incentivos a la inversión. De todas formas, también es esencial que el gobierno recupere la confianza para que la demanda interna logre reactivarse”, dice.

Banchile reafirmó ayer su proyección de un PIB de 2,2% este año, mientras que el economista de Banco Penta, Diego Bobadilla, recortó su estimación levemente a 2,5%. A su vez, Sebastián Senzacqua, de BICE Inversiones, mantuvo en 2,1% su perspectiva para el actual ejercicio, “pero con un sesgo claramente bajista”.

CAE PIB DEL COMERCIO Y LA INDUSTRIA REPITE SIGNOS RECESIVOS

Una caída de 1,7% registró el PIB de la industria en el lapso abril-junio, comparado con igual período de 2013, sumando su tercer trimestre consecutivo de números rojos. En este resultado, explicó el Banco Central, influyeron las caídas en «Bebidas y tabaco» y «Productos metálicos, maquinaria y equipos». Otro sector relevante para la economía que vio sucumbir su Producto en el segundo trimestre fue el comercio, que pasó de crecer 2% entre enero y marzo a -0,4% en los tres meses siguientes. Este descenso es fruto de la disminución en las ventas automotrices y mayoristas, siendo estas últimas las de mayor incidencia. Atenuando dichos efectos, las minoristas se incrementaron. Agricultura completa el trío de las ramas de la economía nacional en rojo. El PIB de este rubro cedió 4,4% en el segundo trimestre afectado principalmente por la caída de fruticultura y, en menor medida, de agricultura y ganadería. En tanto, la subactividad silvícola se incrementó. Otro sector que mostró una desaceleración relevante fue construcción, que reflejó el débil desempeño de las obras de ingeniería y la baja de la edificación. En el otro extremo, y tras cinco trimestres de caídas consecutivas, el sector pesca creció 13,2% gracias al fuerte incremento de la pesca extractiva, que más que compensó la contracción registrada por la acuicultura.

DÉFICIT EN CUENTA CORRIENTE SE REDUCE

Una reducción anotó el saldo negativo de cuenta corriente de la economía chilena en abril-junio, al anotar un superávit de US$ 28 millones en el período, con lo que el déficit se ubicó en 2,4% del Producto en los últimos cuatro trimestres móviles. De acuerdo a las Cuentas Nacionales publicadas ayer por el Banco Central, la cifra se aleja de los saldos negativos cercanos a 4% que anotó la economía chilena durante gran parte del año 2013. Este fue uno de los pocos tópicos positivos dentro de las cifras consignadas ayer por el Central, destacaron en EuroAmerica. Según consignó el instituto emisor, el resultado trimestral es consecuencia del saldo positivo de US$ 2.980 millones que anotó la balanza comercial (versus los US$ 1.703 millones de enero-marzo) y las transferencias corrientes, con US$ 621 millones. Asimismo, el desempeño del sector externo también se plegó a la desaceleración que vive en general la economía chilena. Es que las exportaciones anotaron una leve caída de 0,4% en el segundo trimestre del año, mientras que las importaciones cedieron 9,1% en el trimestre. La posición de inversión internacional registró un saldo deudor neto de US$ 38.404 millones en el trimestre, lo que equivale a 14,9% del PIB y una disminución de US$ 1.355 millones en la posición deudora neta respecto al trimestre anterior. EL

CRECIMIENTO POR REGIONES

Tarapacá, Arica y Parinacota, y la Araucanía fueron las regiones con las mayores tasas de crecimiento en 2013, según informó ayer el Banco Central. En el primer caso, obedeció a la recuperación de la minería del cobre después de un año de baja producción; mientras que en el segundo obedeció a la minería no metálica y la construcción; y, en el tercero, principalmente al alza en construcción, en particular lo referido a edificación habitacional y obras de ingeniería. En contraste, las regiones de más débil desempeño el año pasado -cuando la economía crecio 4,1% en su conjunto-, fueron el Maule y el Biobío. Ambas se vieron golpeadas por la menor construcción habitacional, la cual alcanzó altos niveles en 2011-2012 luego del terremoto. En la primera influyó negativamente la generación eléctrica, que se vio afectada por la menor disponibilidad de recursos hídricos. No obstante esto último, la generación eléctrica contribuyó al valor agregado de la mayoría de las regiones debido a la transición de la matriz energética hacia insumos de menor costo, en desmedro del diésel. El comercio fue otro aporte, en tanto la pesca extractiva restó dinamismo a aquellas áreas donde se concentra a raíz de la menor disponibilidad de recursos.