Desde la cartera señalan que el eje de esta iniciativa debería ser el acuerdo de voluntades firmado entre la CPC y la CUT, donde no se abordan ni titularidad sindical ni fin del reemplazo en huelga. El objetivo de «morigerar» esta reforma sería reducir la incertidumbre de la que ha dado cuenta el empresariado.
Por O. Bustamante, M. Leiva y P. Toro.
Un movimiento sigiloso va tomando cuerpo dentro del gobierno para reducir las fuentes de incertidumbre que según los agentes privados impiden reactivar la economía.
Ante el fuerte bajón que está enfrentando la actividad y el gasto, más intenso que lo previsto por las autoridades, en el Ministerio de Hacienda se evalúa la posibilidad de atenuar el proyecto de reformas laborales. “La base de cualquier reforma debiera ser el acuerdo de voluntades firmado entre la CPC y la CUT” indicó una fuente bien informada desde Teatinos 120, refiriéndose al convenio suscrito en 2012 por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para avanzar en derechos laborales.
Lo llamativo es que este acuerdo no dice nada sobre dos temas que han sido enfatizados profusamente por la ministra del Trabajo, Javiera Blanco: titularidad sindical y terminar con la posibilidad de contratar reemplazos en medio de una huelga.
Estas dos materias no gustan al empresariado y así lo hizo ver el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, en una entrevista en Pulso cuando aseguró que “estos temas hoy no son prioritarios” . En la ocasión, la ministra del Trabajo se extrañó por dicha oposición, no obstante siguió adelante en la elaboración del articulado en conversación preferente con la CUT.
Al respecto, la CPC le reclamó al ministro Alberto Arenas en la reunión del miércoles el no ser escuchados en esta materia.
Este descontento fue inmediatamente atendido por la Presidenta Bachelet, quien en la cena de la Sonami (ver nota página siguiente) señaló que en los cambios laborales “todos los puntos de vista serán escuchados y todos los sectores tendrán una participación efectiva”.
Nuevos aires
Este aire“morigerador” ya lo conocieron los consejeros de la Sofofa (Sociedad de Fomento Fabril) el miercoles en la tarde, cuando se reunieron con el ministro Arenas.
Ante una pregunta de un consejero sobre las reformas laborales, el ministro habría aclarado que el programa incluye tres reformas estructurales -tributaria, educacional y constitucional- y que “todo lo demás es conversable”, según versiones de asistentes al evento.
Ante una segunda inquietud sobre el mismo punto, Arenas habría agregado que ”habrá que ver bien lo que tendrá la agenda laboral”, indica una fuente que participó del evento.
“A buen entendedor, pocas palabras”, fue la máxima con que varios consejeros quedaron tras escuchar al ministro. Y probablemente las palabras de la Presidenta en la cena de la minería apuntaban a afianzar esa tranquilidad.
Disyuntiva interna
No obstante este avance desde Hacienda, fuentes de La Moneda afirman que no existe ningún mandato para atenuar las reformas laborales y mucho menos frenarlas, ya que recalcan que “el gobierno hizo un compromiso con la CUT y eso se va a cumplir”.
Pese a ello, reconocen que existen “deseos políticos” de postergar una serie de proyectos que estarían acentuando la desaceleración económica. De hecho, fuentes ligadas a la Nueva Mayoría señalan que serían personeros de la Democracia Cristiana los que estarían insistiendo en una evaluación de la agenda del gobierno, con el objetivo de eliminar cualquier incertidumbre que pueda afectar aún más la actividad del país. “Deseos políticos” que estarían calando hondo en Hacienda, que debe lidiar con el menor crecimiento.
Los contrarios a este cambio insisten que eso se quedará sólo en “deseos”, y que por ahora no ha emanado ninguna instrucción respecto de “bajar” las reformas laborales, que se presentarían en la última semana de octubre al Congreso.
En el ministerio del Trabajo la agenda tampoco se ha modificado y continúan reuniéndose con la CUT para en las próximas semanas comenzar a elaborar el borrador de la propuesta, con la idea de se dialogue sobre ella en cada una de las regiones del país.
“Nosotros seguimos trabajando en base al programa del gobierno, no hemos recibido ningún mensaje para atenuar los contenidos de la reforma laboral”, señalan fuentes ligadas a la construcción del proyecto.
Así además lo ha manifestado la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, en sus últimas actividades públicas, donde ha ligado la reforma laboral a la mayor productividad del país. “Mientras haya diálogo hay mayores posibilidades de evitar conflictos, porque siempre los conflictos tienen costos asociados”, dijo ayer la secretaria de Estado, quien reiteró que hay 9 titulares en la reforma que se mantendrán, porque hay un compromiso con la CUT y con el país.
Similar opinó el presidente de la comisión de trabajo, diputado. Tucapel Jiménez, (PPD) quien recalcó que están todos comprometidos con esta iniciativa.
“Como acá les gusta hablar del corazón, el corazón de lo laboral es la titularidad sindical y el fin del reemplazo en huelga. Y eso no debiera tocarse”, subrayó.