Estudio oficial del Minsal definió la brecha de los recintos por especialidad y servicio de salud. Salud inició estrategia de formación y captación de doctores, para los hospitales y consultorios.
Por Gabriela Sandoval P.
¿Cuántos médicos se requieren para completar la oferta de profesionales en la red pública, de qué especialidad y dónde están los mayores déficits? Esas son las interrogantes que resuelve el estudio oficial del Ministerio de Salud, que cifró la falta de doctores en el país.
El trabajo, que considera los requerimientos de cada recinto asistencial, la complejidad de atención, los proyectos de construcción de hospitales y listas de espera, entre otros, definió que son 3.795 los doctores que faltan y que corresponden a 2.791 especialistas y 1.004 subespecialistas.
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Los resultados, además, revelan que son internistas, anestesiólogos, cirujanos, médicos de familia y pediatras los que más se requieren. En cuanto a las subespecialidades, el mayor déficit corresponde a los intensivistas, cardiólogos y neonatólogos, entre otros (ver infografía).
Al analizar la situación por regiones, el informe arroja que son los servicios de salud Viña del Mar- Quillota y Metropolitano Sur Oriente los que tienen más necesidad de especialistas, con un 231 doctores requeridos. Le siguen Araucanía Sur e Iquique, con 226 y 197 cupos, respectivamente.
“El estudio refleja la necesidad actual y hasta 2018, pues la orden que tenemos es que no se abra ningún recinto que no cuente con especialistas suficientes, para que no se repita lo que pasó en los hospitales de La Florida y Maipú ”, explicó José Concha, coordinador nacional del Plan de Formación de Especialistas del Minsal, aludiendo los problemas de puesta en marcha que tuvieron ambos centros, a raíz del déficit de recurso humano, entre otros motivos.
Concha, además, dijo que este informe se complementará con un nuevo estudio, en 2015, que incorporará las necesidades de especialistas según la carga de enfermedad, la demografía y la expectativa de vida de la población del país.
Formación y captación
En paralelo a cifrar la brecha, el Minsal inició un plan para aumentar la dotación de especialistas y que en 2015 destinará $ 80 mil millones para costear una estrategia que alcanzaría a 2018 los 4.000 especialistas en formación y dotaría con otros 1.000 médicos de familia los centros de salud.
Al respecto, la subsecretaria de Redes Asistenciales, Angélica Verdugo explica que “el plan tiene tres fases clave: el ingreso, la formación y la retención de especialistas, tanto en hospitales como en atención primaria, que ya están en marcha”.
Para eso, se acordó con las principales universidades subir entre 40% y 100% los cupos, aumentando el arancel por alumno -de $ 3,9 millones a $ 5 millones-, lo que permitirá formar 1.000 especialistas por año. Además, Salud financiará tutores -cerca de mil médicos jubilados y tras un cambio de ley- que apoyarán la formación.
También se impulsará el adiestramiento en práctica, donde los mismos especialistas de un hospital forman, directamente, a nuevos médicos, que luego validan su educación ante la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (Conacem)
Además, se amplió el ciclo de destinación y formación rural, con 70 nuevos cupos por año -un alza del 41,2% de la capacidad actual- y que asegura la disponibilidad de doctores en zonas apartadas por tres o seis años, según la subespecialidad a la cual el médico quiera optar posteriormente. “También creamos un ciclo de destinación urbano para la atención primaria municipal, con 300 cupos que en el período sumarán 900 médicos, los que atenderán comunas vulnerables donde faltan doctores”, agregó Verdugo.
En paralelo, se instaló una mesa de trabajo con el Colegio Médico para revisar los honorarios de especialistas en hospitales, que en centros privados promedian $ 6 millones y la mitad de eso en la red pública. En los consultorios, la oferta se está ajustando para subir de $ 1,8 millón a $ 3,6 millones.
Izkia Siches, presidenta del Consejo Regional de Santiago del Colegio Médico, dijo que “la diferencia en remuneraciones es muy alta: un internista gana $ 400 mil por 22 horas semanales en la red pública, lo que es muy bajo”. Siches además, enfatizó la necesidad de crear otros incentivos, como la formación continua.
Al respecto, Concha explicó que el próximo año se destinarán $ 40 mil millones en tecnología para atraer a facultativos a la red, a la par con los nuevos hospitales en construcción y que está en diseño un modelo para contribuir a la capacitación permanente, en Chile y en el extranjero, de los médicos que opten por trabajar y permanecer en la red pública.