Actualmente, la industria da trabajo a 73.520 personas, muy por sobre al peak alcanzado antes de la crisis del virus ISA. Sin embargo, una de las mayores aprensiones al interior de la industria es la reforma laboral, que pondría fin al reemplazo en huelga.

Leonardo Cárdenas.

La carrera por el crecimiento de la industria salmonera en Chile aún no toca techo. Al menos esa es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado entre SalmonChile y la Universidad de Chile, que concluyó que en los próximos cinco años el sector requerirá 8.000 trabajadores adicionales.

Según datos del gremio, actualmente la industria genera en total 73.520 puestos de trabajo. De éstos, 30.387 son empleos directos (41,3%), mientras que los restantes 43.133 son indirectos (58,7%).

Muy por sobre el peak que había alcanzado la industria antes de desatarse la crisis del Virus ISA (entre los años 2008 y 2009), que era en torno a unas 55 mil personas. No obstante, tras desatarse la enfermedad, el sector redujo dramáticamente su número de trabajadores, hasta tocar un piso de unos 30 mil.

Pero los cambios legales y normativos han dado efectos, y la industria ya está en un camino de plena recuperación.

Según el documento realizado por SalmonChile y la U. de Chile, la industria se encuentra en una etapa “evolucionada” tras dejar atrás los riesgos sanitarios que generaron la debacle por el virus ISA.

Así es como el Reglamento de Densidades debiera generar un incremento de la producción a partir del año 2016. Esto básicamente por dos motivos: el ingreso con mayor fuerza de la producción proveniente de la Región de Magallanes. A ello se suma la optimización generada por los aprendizajes de las empresas para compatibilizar los períodos de descanso y evitar una sobreproducción que puede derivar en una nueva crisis sanitaria.

“La mítica cifra que por años la industria ha planteado como su meta de producción, en torno al millón de toneladas, podría ser finalmente alcanzada en este horizonte”, sostiene el estudio.

Así es como en los últimos años, entre las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes la salmonicultura se ha vuelto uno de los principales motores en la generación de empleo.

Según el estudio encargado por SalmonChile, “la demanda por nuevo personal se concretará principalmente en los segmentos menos calificados de la cadena de producción”. Y agrega que la especialización terciaria y de posgrado se trasladará (en menor número) a las empresas de la red de proveedores especializados. “Esta tendencia es coincidente con la baja sostenida de las matrículas en la Educación Superior en las carreras del sector”, precisa el documento.

Incertidumbre

Pablo Baraona, socio junto a la estadounidense Icicle Seafoods en Salmones Aysén, destaca que tanto Los Lagos como Aysén están en pleno empleo. Pero, ¿cuesta realmente conseguir trabajadores? “Afortunadamente, no hemos tenido problemas para eso, salvo en las plantas de procesos que sufren un poco más”, explica Baraona. A diferencia de los centros de cultivo, en las plantas de procesos las compañías requieren un gran número de operarios mejor calificados.

Sin embargo, no es la única preocupación que tiene hoy la industria salmonera. La serie de cambios estructurales que lleva adelante el gobierno también generan incertidumbre en la industria salmonera.

El fin del reemplazo en huelga provoca malestar entre las empresas y sus aprensiones las han hecho saber al gremio.

Uno de los que ha encabezado las críticas es Víctor Hugo Puchi, presidente de AquaChile, la mayor productora de salmón de capitales chilenos.

Frente a las críticas, el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz responde: “Esta es una agenda laboral que se va a construir en diálogo y consenso. No será sorpresa para nadie. Creemos que dará estabilidad a Chile y mejores condiciones para los trabajadores”.