Los dos operarios que estuvieron suspendidos a 60 metros de altura por más de una hora comentaron que nunca perdieron la tranquilidad.
Por Víctor Rivera.
«Todos los días uno se sube a un andamio, sin saber si bajará vivo o no. Ahora estuvimos cerca de lo peor, pero menos mal que salió todo bien», dijo Miguel Navarro Flores (54), quien quedó colgando por más de una hora de un andamio a más de 60 metros de altura en el Hotel Crowne Plaza, ubicado en el sector de Plaza Italia.
El trabajador fue uno de los dos protagonistas de una historia que comenzó a las 10:30 horas, cuando junto a su colega de hace ocho años, Nelson Medel Alarcón (41), sufrieron un accidente mientras limpiaban los vidrios del edificio. Ambos se desempeñan en la empresa contratista Agromarsella.
«De repente el andamio cedió. En uno de los lados quedé yo, y en el otro mi compañero, quien quedó afirmado por el arnés, mientras se afirmaba una cuerda», dijo Medel luego de ser rescatado por Bomberos.
«Nunca tuve miedo, porque a mí me gusta la adrenalina. Además, ¿qué saca uno con ponerse nervioso? Peor», agregó.
Los dos aseguraron estar tranquilos. Cuando fueron dados de alta, tras ser atendidos en el Hospital del Trabajador, el gerente del Crowne Plaza los invitó a almorzar. Luego tomaron el metro para volver a sus casas, en El Bosque y La Cisterna.
«Esta no se cuenta dos veces, así que no me vuelvo a subir más a un andamio», dijo Navarro, quien se comunicó con su esposa, Ángela, apenas tocó suelo firme.
Bomberos descendió desde el techo del hotel para auxiliar a los hombres y llevarlos hasta la cancha de tenis del recinto.
«Uno allá arriba tiene que estar tranquilo. No queda otra, así que escuchamos música, hablamos de fútbol. Como en cualquier trabajo, así que solo queda estar con la familia y buscar otra cosa, porque esta no se cuenta dos veces», concluyó Navarro, antes de despedirse de su compañero, quien entre risas y medio en serio le dio la mano y le aseguró: «Nos salvamos».