EFE inició estudios para servicios, que se abrirían hacia fines de la década:

Plan contempla construir y operar uno de los servicios con sistema de concesiones. Además se construirán dos centros de intercambio modal en las afueras de Santiago.

Por Manuel Valencia.

Apenas el 11% de la carga nacional se mueve en tren. La cifra es tímida si se compara con países como Australia, que movilizan hasta la mitad del material de industrias en ferrocarriles.

La situación cambiará dramáticamente en los próximos años para el sistema ferroviario nacional, si se analizan las tasas de crecimiento de los principales puertos del país: Valparaíso y San Antonio. La primera pasará de mover 10,3 millones de toneladas al año a 16 millones en 2018, con la extensión de sitios de atraque al sector de Yolanda. Incluso se anticipan 70 millones, si se construye en esa ciudad el puerto de gran escala proyectado por el Ejecutivo.

Para San Antonio las estimaciones indican que pasará de mover 18 millones de toneladas anuales a 26 millones en los próximos cuatro años. Y, de ejecutarse el puerto de gran escala, alcanzará los 50 millones.

«Tenemos una demanda urgente y se debe dar respuesta. No se puede solo con camiones, se necesita del tren y para eso debemos pasar a mover entre 30% y 55% en los próximos años», explica el presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), Jorge Inostroza.

Para ello, la firma inició estudios que permitirán estructurar un nuevo sistema de carga para la macrozona central: hacia San Antonio se busca reemplazar toda la línea actual, ampliar su capacidad, renovar túneles y puentes, construir un patio de maniobras más amplio en el sector de Barrancas (San Antonio) y un centro de intercambio modal en Padre Hurtado o Talagante para descargar el contenido de los trenes en camiones que ingresarán a Santiago.

La idea es evaluar la construcción y operación de este servicio con el sistema de concesiones. Todo se incluirá en el estudio de $350 millones.

En Valparaíso el plan es más ambicioso: se evaluarán dos rutas para construir una nueva línea férrea de 110 kilómetros que permita llegar al puerto en solo una hora y 10 minutos. El estudio evaluará si se habilita esa línea en un sector de la cuesta La Dormida o en una faja paralela a la Ruta 68. Luego, en el borde costero de Valparaíso, hoy ocupado por el Metro Regional (Merval), se estudiará construir un túnel para acceder directamente a los recintos portuarios.

Aprovechando este tramo, el Gobierno Regional de Valparaíso y EFE analizarán la habilitación de un sistema de pasajeros entre la capital y la costa. Ese estudio costará $300 millones.

CONCEPCIÓN

Inostroza dice que el plan de tren subterráneo penquista «es solo un estudio; no como en los de carga, donde hay datos duros y estamos constatando hechos».