La mayoría de los «ninis» son mujeres:
En el país hay cerca de 750 mil personas entre 15 y 29 años que se encuentran en esta situación de inactividad, según el Injuv. De ellas, el 67% tiene hijos.
Por María Paz Infante H.
No estudian, no trabajan ni tampoco están buscando un empleo. Esas son las características de los llamados «ninis», los jóvenes que están inactivos en nuestro país. El Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) estima que a diciembre de 2014, en Chile hay 750 mil personas que tienen entre 15 y 29 años que están en esa situación. Con ello, casi uno de cada cinco jóvenes son «ninis».
La mayoría pertenece al nivel socioeconómico D y E y aproximadamente tres cuartos son mujeres. Y según el Injuv, el 67% de los «ninis» tienen hijos. «La maternidad hace que ellas pospongan su decisión de entrar al mercado laboral y, por ende, se quedan como inactivas por un período más largo de tiempo», explica la ministra del Trabajo, Javiera Blanco.
En el resto de América Latina el escenario es similar, ya que hay más de 20 millones de personas de menos de 30 años en esta condición. Guillermo Dema, especialista regional en empleo juvenil y trabajo infantil de la OIT, explica que, en algunos casos, son jóvenes que dejaron de lado sus estudios por acceder a trabajos momentáneos, que no prosperaron en el tiempo. «Muchos dejaron de estudiar por tener que trabajar prematuramente y no pudieron completar los ciclos básicos formativos, por lo que no tienen los resortes para incorporarse nuevamente a los mecanismos de educación», dice. Además, el experto explica que en los momentos de bonanza, estos optaban por dejar de estudiar porque había gran facilidad para entrar al mercado de trabajo, pero por medio de empleos de muy baja cualificación.
Desempleo juvenil
El director nacional del Injuv, Nicolás Preuss, asegura que lamentablemente el país tiene altas tasas de jóvenes que no estudian ni trabajan; sin embargo, advierte que esa fracción no se cruza con las cifras de desempleo, porque los «ninis» están fuera de la fuerza laboral. «Si lo sumamos, el indicador sería mucho más alto, como el doble», aclara el personero.
La economista y académica de la UAI, Andrea Repetto, destaca que «en los países como el nuestro las tasas suelen ser más altas por la baja participación laboral relativa de los jóvenes».
La ministra del Trabajo lo reconoce: «Las tasas de participación laboral de los jóvenes son bajas tanto en Chile como en el resto del mundo. De hecho, en los países pertenecientes a la OCDE, el 47,3% de los jóvenes participan en el mercado laboral y en Chile la cifra alcanza al 36,3%. Estos datos indican que no es un fenómeno del que estemos aislados», señala.
Una de las cosas que dificultan la búsqueda de un trabajo a esa edad y que se convierte en una barrera de entrada al mercado laboral es la falta de experiencia. Preuss explica que quienes no estudian ni trabajan no saben hacer un CV y tampoco saben que en una entrevista es importante la primera impresión. «Chile no tiene un sistema laboral que les permita a los jóvenes romper esa barrera y los trata igual que una persona con experiencia».
Pero la productividad es otro factor que hace que a este grupo se le dificulte la búsqueda de trabajo. «Hay estudios para otros países que muestran que los empleadores no están dispuestos a contratar trabajadores sin experiencia, porque su productividad es incierta y no existen mecanismos para protegerse de esa incertidumbre», sostiene Repetto.
Políticas pro inserción
Más guarderías para que los jóvenes que son padres puedan ir a estudiar o a trabajar tranquilos mientras sus hijos están cuidados, conocer las motivaciones y la situación de los jóvenes en Chile e implementar políticas de capacitación y de ayuda a la reinserción laboral son algunas de las propuestas que podrían hacer que disminuya el número de «ninis». Preuss asegura que la gratuidad en la educación superior ayudará también en esta dirección. Con el fin de trabajar en la transición escuela-trabajo, el Gobierno implementó -este año por medio de un plan piloto- el programa Más Capaz, a través del cual se busca capacitar a 150 mil jóvenes de entre 19 y 29 años en cuatro años.
«Vamos a incluir también a los jóvenes que estén terminando su educación media. Para ello estamos trabajando con la colaboración del Ministerio de Educación, para así lograr una transición efectiva entre liceo y trabajo», agrega la ministra.