La CUT ya inició contactos en el Senado para insistir en sus puntos de interés. Negociaciones entre el Ejecutivo y legisladores se extenderían hasta este domingo.
Por Nicolle Peña.
Tal como ocurrió con las reformas tributaria, educacional y electoral, la propuesta laboral del gobierno se apresta a experimentar una serie de cambios, comenzando su discusión en particular con una artillería de indicaciones.
Si bien hay plazo hasta el lunes para presentar modificaciones, la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja ya contabiliza más de 100. A ellas se sumará el medio centenar que, se estima, introducirá el Ejecutivo y otras que propondrán los parlamentarios al filo del cierre. En la tarde de ayer, los diputados Gabriel Boric (Izquierda Autónoma) y Giorgio Jackson (Revolución Democrática) añadieron cerca de 20.
En la Nueva Mayoría afirman que el objetivo es coordinar los cambios, ya que la viabilidad de gran parte de ellos depende del patrocinio del Ejecutivo. Por eso, tras las reuniones políticas de los últimos días, los técnicos de los ministerios de Hacienda y del Trabajo iniciaron ayer la redacción de los ajustes junto a asesores de los diputados oficialistas.
Si bien las negociaciones se extenderán hasta este domingo -los legisladores están convocados a una cita con los ministros de Hacienda, Alberto Arenas, y del Trabajo, Javiera Blanco, a las 20:00- los temas más complejos podrían seguir dividiendo a sus filas. Entre estos está la definición de servicios mínimos y el reajuste del piso a negociar. “Me gustaría que se definieran servicios esenciales, o que quedara muy definido que el servicio que permite reemplazo en caso de huelga debe estar enfocado en seguridad y mantención, y no en producción”, dijo el diputado PPD Tucapel Jiménez.
Ante la posiblidad de que las materias de su interés no sean acogidas a cabalidad, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) activó sus contactos en el Senado. De todos modos, en la multisindical hay optimismo; contrario a lo que ocurre en el empresariado. “Creemos que va a haber un buen número de indicaciones a favor de los trabajadores. Lo que falte, seguiremos insistiendo en el Senado”, dijo Arturo Martínez, secretario general de la CUT, tras presentar sus propuestas a la ministra Blanco.
Los diputados han asegurado que los planteamientos que no sean respaldados por el Ejecutivo no serán marginados del debate. Por ejemplo, la bancada Comunista incluirá entre sus indicaciones terminar con los pactos de adaptabilidad que permite el proyecto, lo que también será solicitado por la CUT.
¿Pro sindical?
Desde el gobierno reconocen que gran parte de las indicaciones emanarán de las peticiones que han planteado sus filas y la CUT. La señal para el empresariado, comentan, será intentar contener la presión para avanzar hacia la negociación ramal.
La medición de fuerzas seguirá la próxima semana, cuando el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara, Lautaro Carmona (PC), se pronuncie sobre la admisibilidad de la indicación que ingresó el diputado Osvaldo Andrade (PS), para permitir la negociación sectorial. Si Carmona la declara inadmisible, afirman fuentes involucradas, Andrade pedirá la votación. Si esto ocurre, explican, al tener el oficialismo mayoría en la comisión, lo más probable es que su inclusión se apruebe. Eso sí, finalmente podría ser objetada en sala, pudiendo llegar en última instancia al Tribunal Constitucional.
“Estamos avanzando, tratando de buscar soluciones intermedias y puntos de encuentro con el gobierno”, dijo el diputado Vallespín (DC) en relación a la negociación ramal.
El gobierno busca que la reforma salga de la Cámara Baja antes del 21 de mayo y del Congreso en septiembre.