Capital de Aysén ha tenido cinco días con aire crítico y aún carece de plan para bajar polución. Programas para combatir emisiones en otras ciudades están en proceso de elaboración.
Por Oriana Fernández.
La quinta emergencia ambiental del año por los altos niveles de contaminación ambiental vivió esta semana Coyhaique. La ciudad lidera el ránking del país de las comunas con mayores índices de polución por material particulado fino (MP 2,5), que genera severos daños a la salud.
Pese a ello, la comuna todavía tiene en consulta pública el diseño de sus dos planes de descontaminación para la cuenca de MP 10 (partículas gruesas en suspensión). En paralelo, la autoridad realiza mediciones para declararla “saturada” de esmog.
La capital de la XI Región exhibe altas concentraciones por el uso de leña: existen 26 mil calefactores (cinco de cada diez personas posee un artefacto). El factor climático incide: la cuenca tiene poca ventilación en invierno, “por lo que la contaminación se concentra en la superficie”, dice Ernesto Gramsch, académico de la U. de Santiago. Restringir el combustible en los hogares es complejo: la temperatura puede alcanzar los -15°C.
Pese a este escenario, Sebastián Tolvett, jefe del Departamento de Descontaminación del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), dice que el plan para la ciudad incluirá recursos por 10 mil millones de pesos que incluye: recambio de artefactos a leña; un proyecto de calefacción limpia y mejorar la aislación térmica con subsidios.
Luis Alberto Gómez, de la Corporación de Desarrollo de Aysén, quien participa en la discusión del plan, dice que “no se ha atacado el problema central que es la venta de leña. Nadie fiscaliza la raíz del asunto”, se queja.
Proyectos
Ante la falta de medidas de descontaminación en la mayoría de las urbes afectadas por esmog, el Ejecutivo decidió desde 2014 dictar alertas sanitarias, que implican restricción vehicular; impedir los artefactos que usan biomasa y la actividad física en colegios en otras 13 ciudades del país. En Coyhaique, este invierno sólo se podrá encender un calefactor en días críticos.
En el MMA explican que diez comunas del Gran Concepción tendrán, por primera vez, disposiciones que permitirán rebajar los índices de PM 2,5, cuando sean calificadas como saturadas. Plan que verá la luz el próximo año.
En Temuco -ad portas de la época en que se elevan los índices-, se aprobó su programa y fue enviado a la Contraloría para la toma de razón. Curicó y Los Ángeles están reuniendo antecedentes para ser declaradas como “saturadas”.
En tanto, Talca, Maule y Chillán tienen lineamientos en consulta pública y Valdivia tiene previsto publicar su anteproyecto este año. “Las alertas sanitarias ayudan, pero se requieren medidas estructurales para disminuir los índices de contaminación de manera definitiva”, dice Patricio Pérez, experto del Departamento de Física de la U. de Santiago.
En Ventanas-Concón, V Región, se implementará un plan para rebajar los gases como dióxido de azufre y el material particulado emitido por la industria, lo mismo que en Huasco.
La contaminación de aguas, del suelo y los altos índices de ruido, debido a la presión que ejerce la industria, también preocupa.
Rodrigo Weisner, experto en manejo de recursos hídricos y ex director de la Dirección General de Aguas, dice que cuencas de ríos y lagos se ven afectados por la agricultura, que filtra pesticidas y fertilizantes y alega que ha habido escaso avance en la elaboración de normas de calidad secundaria, que sólo poseen los lagos Llanquihue, Villarrica y el río Serrano. Por ello, afirma que se deben fiscalizar: “El Estado y el mercado deben proteger los cuerpos y generar regulación”.
En otro ámbito, uno de los riesgos al que está expuesto el suelo del país son los relaves mineros, desechos de la producción de los metales. Según el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) en Chile existen 603 depósitos, de los que 216 están en actividad, 244 inactivos y 143 abandonados. Entre los potenciales peligros están la probabilidad de colapso de la estructura y que puedan afectar por inundación a localidades en zonas contiguas.
El problema del ruido
Medio Ambiente señala que otra área que se regula es el ruido. Según un estudio de la cartera, el 70% de Santiago está expuesto a niveles de ruido sobre lo recomendado por la OMS, de 65 decibeles en el día, debido al tráfico vehicular y la industria.
Igor Valdebenito, encargado de la sección Ruido en el MMA, dice que se está elaborando una norma más estricta para buses y autos que ingresan al país.