Experta en Baromedicina del Hospital del Trabajador ACHS explica que la administración de oxígeno al 100% dentro de un ambiente presurizado estimula el metabolismo celular, con grandes beneficios para los deportistas, especialmente de alto rendimiento.
La selección de fútbol argentina incorporó esta herramienta como parte de su preparación para el partido que disputará mañana frente a Chile.
Los conocimientos provenientes de la medicina de la actividad física y del deporte no sólo han mejorado en el último tiempo, sino que ha aumentado la presencia de formas alternativas de tratamiento con el objeto de mejorar el tiempo de recuperación de las lesiones deportivas. Uno de ellos es la utilización de oxígeno hiperbárico, cuya eficacia en la recuperación de lesiones ligamentosas y musculo‐esqueléticas, mejorar aspectos inherentes al entrenamiento e incrementar el rendimiento deportivo está demostrada a nivel internacional. No en vano, los seleccionados de fútbol argentinos se están sometiendo a esta terapia como parte de su preparación para la final de Copa América ante Chile.
Llamada también “medicina de la presión”, la baromedicina consiste en administrar oxígeno al 100% dentro de una cámara hermética, que permite subir la presión ambiental sobre la atmosférica.
Oxígeno y deporte
La jefa de la Unidad de Baromedicina del Hospital del Trabajador ACHS, Tania Capote, explica que el oxígeno hiperbárico es de gran utilidad para el tratamiento de lesiones deportivas y para retardar la fatiga, al someter a la persona a un ambiente donde respira oxígeno puro. En nuestro país, varios deportistas famosos han usado la cámara hiperbárica del Hospital del Trabajador: Francisco “Chaleco” López, Fernando González, Marcelo Salas, Tomás González, Iván Zamorano, Humberto “Chupete” Suazo y Carlo De Gavardo, entre otros.
La demanda de oxígeno en el cuerpo puede incrementarse dramáticamente durante el curso del ejercicio y juega un papel importante en la fisiología de éste. El oxígeno transportado por la sangre aumenta y se difunde a mayor distancia en los tejidos, llegando a lugares donde normalmente no lo hacía. “De este modo, actúa como estimulante del metabolismo celular y permite que las células deprimidas vuelvan a realizar sus funciones específicas en forma adecuada (defender, limpiar y reparar), manifestándose el efecto terapéutico beneficioso”, señala la doctora Capote.
La oxigenación hiperbárica (OHB) también se utiliza para la recuperación de la fatiga. Esto se fundamenta en que un aumento de la aportación de oxígeno al músculo fatigado, o en el momento de la recuperación muscular, estimula la actividad celular, aumenta la síntesis de una biomolécula energética básica del metabolismo celular llamada ATP y promueve el metabolismo y la eliminación de las sustancias que facilitan o provocan la sensación de cansancio.
Estudios en atletas demuestran un aumento significativo de la potencia anaerobia, evidenciado por el Test de Ergosalto (Medición directa de la Potencia). También se han realizado pruebas en deportes como el vóleibol, donde se observa una recuperación más rápida, aumento en el número de saltos y en la altura media alcanzada.
Otras aplicaciones
El Hospital del Trabajador ACHS cuenta con dos cámaras multiplaza en su unidad de Baromedicina, que atiende urgencias las 24 horas del día y los 365 días del año, llegando a más de mil atenciones por año. Gracias a la oxigenoterapia, se ha logrado una más pronta resolución de distintos cuadros clínicos, con menores secuelas físicas y síquicas para el paciente, menos días de hospitalización y menores costos.
Por ejemplo, la oxigenoterapia da sorprendentes resultados en el tratamiento de pie diabético, mordedura de araña de rincón, quemaduras, fracturas, embolias y congelamiento, entre otras patologías.
En el caso del pie diabético, se ha logrado evitar la amputación ya que las células recuperan su capacidad de defenderse de la infección y empiezan a desarrollar nuevos vasos sanguíneos, aumentando la respuesta inmunológica. En personas mordidas por araña de rincón, se evita someter a los pacientes a complejas cirugías de injertos de piel y, además, se reduce en forma importante la cantidad de días de hospitalización y los costos del tratamiento.
Múltiples beneficios
Sumados a los beneficios ya mencionados, destacan:
• Aumenta la entrega de oxígeno a los tejidos dañados.
• Induce y favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos.
• Acelera la curación de heridas crónicas.
• Favorece la eliminación de sustancias tóxicas y reduce su efecto en caso de intoxicación.
• Reduce o elimina las burbujas de aire o nitrógeno que puedan ingresar al organismo. El oxígeno a presión reemplaza el gas de las burbujas y permite una adecuada oxigenación de la zona isquémica en caso de embolias.
• Mejora los tejidos dañados por exposición radiológica, ulceraciones y heridas crónicas.
• Ayuda a la consolidación de los huesos en caso de fracturas.
• Apoya la actividad antimicrobiana, ayudando a atacar, eliminar y frenar infecciones muchas veces resistentes a los antibióticos.
• Ayuda a los pacientes quemados a la reducción de las infecciones.