Salud exigirá que en 2016, un grupo de 123 recintos cumplan estándares de atención e infraestructura.

Por Oriana Fernández G.

Cuatro de cada diez hospitales y clínicas complejas del país están acreditados, es decir, han logrado demostrar que cumplen con estándares de calidad y seguridad en la atención de los pacientes, y que poseen instalaciones adecuadas.

Se trata de una certificación clave porque, a junio de 2016, todos los centros de salud que atienden las 24 enfermedades más complejas del Auge -como cardiopatías, cánceres, esquizofrenia o infecciones respiratorias-, deberán tener la acreditación de calidad o no podrán continuar con esas prestaciones.

El reporte de la Superintendencia de Salud, entidad que supervisa este proceso, establece que el 44,7% de los hospitales y clínicas, calificados como de alta complejidad, han aprobado la evaluación, es decir, 55 establecimientos, de un total de 123 recintos que deben hacerlo.

Sin embargo, el balance indica que sólo un 38% de los establecimientos públicos ya pasó el examen, mientras que en los centros de salud privado, el 57% ya lo ha hecho (ver infografía). Para pasar estas evaluaciones, los recintos deben cumplir con indicadores en áreas como dignidad del paciente – lo que implica que existan protocolos de información al beneficiario-, y la gestión de la calidad, que involucra, por ejemplo, el control de enfermedades intrahospitalarias. A esto se suma que deben aprobar la gestión clínicos, es decir, los protocolos para evitar eventos adversos, entre otros factores.

Respecto a los resultados, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, sostiene que existe una “brecha”, pues “hay más prestadores públicos que privados que faltan por acreditar”. Agregó que son 30 las características o indicadores que son evaluados por las entidades acreditadoras.

El proceso de certificación, además, revela que aún persisten ámbitos donde los hospitales y clínicas tienden a fallar, como en el consentimiento informado, documento que acredita que el usuario sabe a qué procedimiento será sometido. Otro punto donde se han detectado problemas se refiere a la ficha clínica única, donde se describe el historial médico del paciente.

Pavlovic agregó que es clave que los establecimientos públicos cumplan con los requerimientos a la hora de funcionar, debido a que en ellos se atiende el 80% de la población y que espera que las acreditaciones suban: hoy existen 36 recintos que han solicitado evaluarse.

Asesoría

Jaime López, encargado de calidad y seguridad del paciente del Ministerio de Salud, afirmó que existe un monitoreo de los establecimientos de salud que no han pasado esta prueba, con el fin de que puedan certificarse en calidad antes de 2016. Cuenta que se pusieron como meta este año obtener la acreditación de 40 recintos asistenciales de la red pública y, para ello, expertos del Ministerio de Salud acuden a los centros, los someten a una evaluación y les fijan metas a cumplir.

Uno de los centros de salud privados que mayor puntaje obtuvo en las últimas acreditaciones fue la Clínica Dávila. Pilar Muñoz, directora de Calidad del centro, sostuvo que los aspectos más valorados por los pacientes -y que son incluidos en los procesos de acreditación- son “el buen trato, ser informados, el acceso a la atención, los tiempos de espera para la atención y resolución de sus problemas de salud y, finalmente, la infraestructura e higiene”.

Rafael Caviedes, presidente de la Asociación de Isapres, agregó que la acreditación de prestadores es valiosa, pero que es necesario que el Minsal exija a la red pública y privada “publicar datos sobre mortalidad, eventos adversos, prestaciones y todo lo relacionado con resultados”.