Solo un 18% de las firmas del país apuesta por una mejoría de las condiciones económicas del país, lo que marca un mínimo desde 2009.
Un inquietante resultado arrojó a octubre el Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), pues no sólo completó diez trimestres consecutivos de bajas sino que perforó la frontera de neutralidad que marcan los 50 puntos.
Desde que se mide este indicador en 2003, sólo en una oportunidad las perspectivas habían retrocedido de esta barrera que demarca el límite entre visiones positivas y negativas. Ello ocurrió en plena crisis global a fines de 2008, en que el IEE descendió a 45,2 puntos, mientras la actividad económica se sumía en una crisis.
El debilitamiento en la confianza se asocia con una caída sostenida en el porcentaje de empresas que espera mejores condiciones económicas en los próximos doce meses. De hecho, solo un 18% de ellas apuesta por un avance, lo que marca también un mínimo desde 2009.
Los números también revelan una cierta apatía respecto de la capacidad de la economía de redirigir su trayectoria futura, sobre todo cuando un 39% de las firmas espera nuevos deterioros a un año y otro 47% no prevé cambios respecto de la situación actual.
Aún más, los antecedentes muestran por primera vez una cierta disociación entre el IEE y el Imacec: el primero continúa en descenso, mientras el segundo se ha estabilizado en torno a un 2%, dice la CCS.
El deterioro del sentimiento de negocios es especialmente pronunciado en las grandes empresas, en las que el IEE disminuyó de 52 a 43 puntos. En las medianas esta reducción ha sido más moderada, de cuatro puntos (de 51 a 47). Sólo las pequeñas firmas aparecen en un estado de menor abatimiento, presentando una caída de tres puntos (de 54 a 51), quedando en el límite que separa el optimismo del pesimismo.
Por sectores, sólo transporte se ha salvado al avanzar un punto y llegar a 54 puntos. La construcción redujo su índice en once puntos, dejando el IEE en un mínimo de 39 puntos, inferior incluso al observado en la crisis de 2008-09 (41 puntos). En la industria, comercio y servicios los descensos son similares, del orden de cinco puntos, quedando todos bajo la barrera de los 50 puntos.
Caen los planes de inversión
Este cuadro pesimista se traduce en que por primera vez desde 2003, se ha producido una intención de reducir los programas de inversión en las empresas.
En efecto, la inversión esperada a doce meses experimentó un descenso de 0,9%, que sigue a un proceso de graduales desaceleraciones en los últimos trimestres.
El crecimiento promedio de la inversión esperada fue de 9% entre fines de 2009 y 2011, el que se redujo a 3,7% entre 2013 y 2014, y a 1,5% en los tres primeros trimestres de 2015, incluido el descenso puntual de 0,9% en la medición a octubre, según los registros de la Cámara de Comercio de Santiago.
El 70% indica que el momento actual para realizar inversiones está dominado por la incertidumbre, mientras que el 20% cree que es un mal momento y sólo un 10% indica estar en un período favorable para realizar inversiones.
Retrocede la capacidad utilizada en el país
El ajuste en las intenciones de inversión aparece conjuntamente con un aumento en la capacidad disponible en el país, consistente con el aflojamiento de la actividad en los últimos trimestres.
En efecto, la capacidad utilizada cayó a 82,6%, alejándose del promedio histórico (86%) y constituyéndose en uno de los tres puntos más bajos de los últimos doce años. En 2009 la capacidad utilizada cayó a un mínimo de 80% y en septiembre de 2014 a 82%.
Otros resultados de la medición de la CCS apuntan a que los planes de expansión de contratación de mano de obra permanecen en niveles muy reducidos, de 1,2% en los próximos doce meses, pero muestran un leve repunte desde los mínimos observados en junio (0,4%) y marzo (0,7%) últimos.
A su vez, el crecimiento esperado de las ventas para los próximos doce meses presenta un sorprendente aumento, marcando un 6,4%, superando el 4,7% observado en junio. Esta aceleración de las ventas a un año es uno de los pocos aspectos de las mediciones del IEE que presentan una mejoría respecto de los trimestres previos.
En todo caso, este avance es un fenómeno que ocurre sólo en unos pocos sectores, como es el caso de Transporte, con un 14%, además de servicios (5,4%) e industria (4,1%). En las otras áreas de actividad el comportamiento esperado de las ventas es menos optimista. En construcción y silvoagropecuario se espera una caída y en el comercio un avance marginal de 1,8%.
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