Por unanimidad, los cinco diputados de la comisión que analiza la acusación constitucional contra la ministra de Salud, Carmen Castillo, rechazaron el libelo presentado por parlamentarios de oposición.
Los diputados -todos de la Nueva Mayoría- tuvieron ayer su última sesión. En ella, acogieron la petición de Castillo de declarar inadmisible la acusación, por lo que recomendarán a la sala de la Cámara de Diputados que haga lo mismo.
Si eso ocurre, no sería necesario que la sala analice el fondo de la acusación y se considerará como que esta nunca existió, según explicaron abogados que asistieron a la comisión.
Luego, la comisión rechazó los cuatro capítulos de la acusación, los cuales hacen referencia al incumplimiento de dar respuesta al oficio de la Cámara tras la interpelación parlamentaria a Castillo del 30 de septiembre; a problemas en la gestión hospitalaria, a que la ministra habría dejado «sin ejecución las leyes en el caso de las garantías explicitas de salud», del plan AUGE, y la inejecución de la «Ley Ricarte Soto».
«A mi parecer, no se configuran las causales de una acusación», dijo el presidente de la comisión, Lautaro Carmona (PC). El argumento fue reiterado por los otros integrantes de la instancia: Marcela Hernando (PR), Guillermo Ceroni (PPD), Hugo Gutiérrez (PC) y Leonardo Soto (PS).
La sesión se realizó luego de un acalorado debate entre los diputados de la comisión y los acusadores, Javier Macaya (UDI) y Karla Rubilar (independiente). Los primeros dijeron sentirse «incómodos» por tener que deliberar con ellos presentes. Ofuscados, los opositores salieron de la sala.
Sobre el resultado, Rubilar planteó que «el rechazo lo previmos desde que quedó configurada la comisión solo con diputados de Gobierno. Ellos se quedaron en la discusión de forma y no de fondo, porque hubo argumentos de invitados, incluso de pacientes, que la avalaban y no consideraron. Al menos, la situación de Salud ha quedado instalada».
Fuente: El Mercurio