En la última década el sector privado de salud vivió una expansión importante. Según el último estudio de Clínicas de Chile -agrupación gremial que reúne a los principales prestadores privados en Chile-, la cantidad de camas de sus asociados aumentó 33% en la última década y ya representa el 18% de todas las plazas del país.

Si en 2005 las clínicas contaban con 5.076 camas, en 2015 llegaron a 6.755.

Además, este sector fue prácticamente el único que creció de manera importante, pues en el mismo período las camas del sector público disminuyeron 10%. También cayeron las plazas de mutuales y de otros centros, como los psiquiátricos, de recuperación o de fundaciones (ver infografía).

«La expansión se da en la medida en que hay más demanda», dice la gerenta general de Clínicas de Chile, Ana María Albornoz. Explica que «cuando un recinto sobrepasa el 85% de ocupación de las camas, es una señal de que puede haber saturación y que se puede crecer».

Es lo que ocurrió en los últimos diez años porque, dice, mientras en el sector público por distintas razones -desde catástrofes naturales hasta fin de la vida útil- las camas han disminuido, en el privado se han ampliado recintos (como las clínicas Las Condes o Alemana) y se han creado otros (como la clínica de la U. de los Andes).

Claro que el escenario cambia si se revisan los últimos dos años. Albornoz detalla que «en 2014 y 2015 hemos presenciado un estancamiento» que se debe, a su juicio, a «la incertidumbre, tanto por el momento económico del país como por la reforma al sector privado» que alista el Gobierno, y que si bien se centrará en las isapres, los prestadores creen que también los afectará.

«Lo que percibimos cuando nos visitan inversionistas, empresas de salud del extranjero o expertos es inquietud por lo que viene. Eso nos hace pensar que este año el panorama seguirá igual», prevé Albornoz.

En cambio, el plan de inversiones hospitalarias del Gobierno espera sumar más de tres mil camas nuevas al sistema público en los próximos años.

 

Fuente: El Mercurio