Volver al trabajo o retomar los estudios, después de algunas semanas de descanso y diversión, no es algo que resulte fácil para todas las personas. Y es que si al término de las vacaciones sumamos la “aparición” de marzo -con la compra de los útiles y uniformes escolares, y el pago del permiso de circulación-, efectivamente la vuelta a la rutina puede transformarse en toda una carga mental. Es por eso que el
Director de la Unidad de Calidad de Vida de la Mutual de Seguridad CChC, doctor Christian Vuskovic, entregó algunos tips para superar lo que se conoce como Síndrome Post-Vacacional.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME POSTVACACIONAL?
Aunque no puede considerarse una enfermedad per se, el término Síndrome Postvacacional engloba a toda incapacidad de readaptación al trabajo o a los estudios tras el término de las vacaciones, generando un desequilibrio físico y sicológico.
¿CÓMO PUEDO DETECTARLO?
La lista de síntomas es bastante amplia, por lo mismo, la aparición de alguno de ellos no necesariamente indicará que se tiene el síndrome. Usualmente quienes lo padecen presentan una mezcla de ellos, afectando visiblemente su calidad de vida en conjunto.
SÍNTOMAS:
Depresión.
Irritabilidad.
Decaimiento.
Tristeza.
Ansiedad.
Insomnio.
Dolores musculares.
Tensión.
Nauseas.
Taquicardias.
Sensación de ahogo.
Problemas al estómago.
¿CÓMO SÉ SI SOY PROPENSO A SUFRIRLO?
Algunas situaciones predisponen a padecer el Síndrome Postvacacional:
VACACIONES LARGAS: Haber tenido vacaciones muy largas, que podrían generar una desadaptación a los horarios y ciclos diarios.
VACACIONES INTENSAS: Haber tenido vacaciones con actividad intensa, agotadoras y durante las cuales no se pudo descansar adecuadamente.
FALTA DE RITMO LABORAL: Sufrir usualmente de escasa adaptación al ámbito laboral.
ESCACES DE MOTIVACIÓN LABORAL: La falta de motivación con el trabajo que se desempeña actualmente.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA EVITARLO?
ANTES Y DURANTE LAS VACACIONES:
– El hecho que el primer día de trabajo tras volver de las vacaciones sea un lunes, puede volverse por sí solo en un factor de estrés. Para esto, antes de partir, trate de programar su regreso para otro día de la semana.
– Durante las vacaciones, mantener un horario que permitirá seguir un ritmo no tan alejado de nuestra rutina diaria, pese a las mayores libertades que se tienen.
– A medida que se acerca el fin de las vacaciones, lo ideal es realizar una vuelta progresiva a la rutina habitual hasta que sea completa durante los últimos días.
– Evitar una motivación excesivamente centrada en las vacaciones, aunque sea lamentable que éstas terminen. Para quitar el foco en las vacaciones y su término, lo ideal es despejarse realizando actividades relajadas y que también realizamos durante el año -como ir al cine, salir a comer, ver una obra de teatro, entre otros-, u otras que hayamos iniciado durante las vacaciones y que podamos mantener.
– También en algunos casos es recomendable dividir las vacaciones en varios lapsos durante el año, sobre todo si sabemos que somos susceptibles a este tipo de estrés, ya que esto da la sensación de aún tener opciones de descansar durante el año.
DESPUÉS DE LAS VACACIONES:
– Se debe reconocer que el trabajo, así como su entorno, es un factor primordial en nuestra vida, tanto laboralmente como socialmente. Esto facilitará nuestra reintegración.
– Centrarse en una buena relación con jefes, colaboradores y colegas, manteniendo una actitud de reencuentro, actitud positiva y con una comunicación fluida, también ayudará.
– Al mismo tiempo, se deben manejar las expectativas y saber que nuestro rendimiento irá creciendo a medida que avancen los días. Lo ideal es integrar las tareas diarias de forma progresiva y, si se ve obligado a hacerlo de forma repentina, prográmese y vaya cumpliendo metas de una a una.
– No se debe pensar insistentemente en cuántos días faltan para las próximas vacaciones o para el siguiente feriado. La cabeza debe estar puesta en la idea pasada de que las vacaciones se aprovecharon y en la idea futura de comenzar a concretar las metas laborales para este nuevo año, o bien, el primer semestre.
– Si a pesar de todo lo anterior, cree tener este síndrome, se debe buscar la ayuda de un especialista.
Fuente: El Martutino