Luego de la tragedia aérea de Germanwings ocurrida hace poco más de un año, que fue causada por el copiloto que estaba en tratamiento por depresión, las autoridades de su país realizaron cambios legislativos para el control de drogas y alcohol en el transporte.

En Chile, el 29,4% de los accidentes laborales está ligado al consumo de drogas y alcohol, según la Asociación Chilena de Seguridad; de ahí la importancia de aplicar medidas de seguridad que protejan a los trabajadores.

Es importante que las instituciones implementen nuevos métodos o tecnologías como el Entrance Breathalyzer System, que permitan un adecuado control del consumo de alcohol.

En el caso de la legislación chilena, este asunto no está regulado de manera expresa, abriendo el debate sobre la viabilidad de aplicar nuevas normativas y tecnologías, sobre todo si pudieran afectar derechos fundamentales de los trabajadores.

No obstante, el empleador es responsable de velar por la integridad de los trabajadores, y dada la incidencia del consumo de alcohol y drogas en los accidentes del trabajo, es lógico que se establezcan sistemas efectivos de control.

Pareciera existir una incompatibilidad entre la aplicación de este tipo de exámenes y los derechos de los trabajadores. Sin embargo, este conflicto es sólo aparente, pues basta que los controles se avisen en el reglamento interno de la empresa, se realicen sin ningún tipo de discriminación y sus resultados sean confidenciales.

En el caso del EBS, no existe inconveniente para su aplicación en empresas, con el objetivo de evitar otro “Germanwings”.

 

Carta de Jorge Ávila, abogado

 

Fuente: El Mercurio